En tus manos está evitar la crisis ambiental que vive el café, al elegir de forma sostenible tus compras y la forma de prepararlo.
Son tiempos duros para el café, uno de los cultivos más amenazados por el cambio climático. Por eso, los amantes del café debemos sumarnos a una cruzada para consumir café sostenible y proveniente de fuentes responsables con el medio ambiente.
En los últimos 35 años, el consumo de café en el mundo ha aumentado 95%. Al año, una persona puede beber hasta 1.3 kilos de café. Si lo multiplicamos por los miles de millones de amantes del café que hay en el mundo, las cifras pueden dar escalofríos.
Y está bien, para eso está el café: para amarlo y disfrutarlo. Pero ahora que tenemos este contexto, más vale que hagamos de nuestra deliciosa taza de café más sostenible y responsable con los campos cafetaleros.
¿Qué puedo hacer para que mi café sea más sostenible?
El consumo responsable debería ser ya una regla obligada para todos y para todo. Es decir, no sólo aplica al momento de elegir nuestro café de forma sostenible, sino para cualquier otro cultivo, nuestra ropa, nuestros cosméticos y absolutamente todo lo que consumimos.
Pero cuando se trata de elegir una buena taza de café sostenible, hay algunos tips que aquí en wokii queremos compartir contigo para crear una comunidad de amantes del café más consciente y respetuosa con los suelos, los mantos hídricos y, por supuesto, con la mano de obra de los cafetaleros.
Sin más, comencemos con estos consejos para seguir una rutina de café más sostenible y amigable con nuestro planeta, para que nunca pierda ese aroma y sabor tan deliciosos:
1. Elige conscientemente
Al comprar nuestro café, puedes examinar las etiquetas y verificar si la marca que quieres comprar tiene las certificaciones necesarias para demostrar que cumple con todas las regulaciones ambientales.
Lamentablemente, hay marcas que aseguran ser “100% natural” o “café local”, pero que en realidad forman parte de compañías poco éticas o con prácticas de comercio desleal. Una búsqueda en Google te puede ampliar el panorama.
También puedes optar por café cultivado bajo la sombra, que es un proceso natural en el que las hojas de los árboles aportan nutrientes a la tierra, al mismo tiempo que proporcionan hábitat para la vida silvestre.
2. Reemplaza desechables con reutilizables
Aceptémoslo: de vez en cuando todos caemos en la tentación de un café de alguna cadena de cafeterías. Y está bien. Pero si ya lo vamos a hacer de forma recurrente, es mejor cargar con un termo o un vaso reutilizable.
Tan sólo en Estados Unidos se desechan más de 58 millones de vasos de cartón. Podrías pensar: es cartón, es 100% reciclable. El problema es que su revestimiento interior de polietileno los hacen muy costosos de reciclar y pocas compañías realizan esa inversión.
Si utilizas café de cápsulas, debes saber que son una fuente importante de contaminantes. Si se alinearan todas las cápsulas arrojadas a la basura, estas darían la vuelta al mundo más de diez veces.
No te decimos que tires tu cafetera de cápsulas. Puedes optar por comprar cápsulas de acero inoxidable y que funcionan con sólo llenarlas de café con molido fino especial. Al terminar, puedes lavarlas y volverlas a utilizar.
3. Invierte en un método de café
Además de elegir alternativas reutilizables para los productos desechables, puedes preparar tu café con métodos que requieren menos energía.
Por ejemplo, una máquina típica de colado de café puede permanecer encendida durante horas para mantener el café caliente, y eso consume mucha energía eléctrica. Las cafeteras grandes también producen mucho más que una sola taza, lo que a menudo termina en desperdicio.
Los métodos de preparación manual requieren mucha menos energía, como las prensas francesas y el café colado en filtro de tela (talega), que evitan los filtros desechables y sólo requieren la energía necesaria para hervir el agua.
Además, adicto al café que se respeta, invierte en un buen método de café. Su sabor es realmente diferente y delicioso.
4. Prepara sólo lo que vas a consumir; no desperdicies
Una plantita de café produce alrededor de un kilo de granos por año, por lo que es importante asegurarnos de no desperdiciar el resultado de su valiosa labor.
Si tienes una cafetera automática, evita hacer más café que el que planeas tomar. Cuando te sobre café, puedes guardarlo en el refrigerador o congelarlo para hacer bebidas frías.
5. Utiliza los desperdicios para abono o composta
El bagazo de café es rico en nitrógeno y puedes darle una segunda vida mediante el compostaje. Algunos jardineros aconsejan esparcir restos de café (no calientes) sobre el suelo y alrededor de las plantas para abonar nutrientes.
Si te sobra demasiado bagazo, puedes pedir autorización para arrojarlo en parques y jardines de tu colonia para mantener la tierra fértil.
Y así, con estas acciones, podemos hacer la diferencia para un consumo de café más sostenible y responsable. En nuestras manos está seguir disfrutando de esta deliciosa bebida por muchos años más.
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