El doctor Francisco Suárez Hernández reflexiona sobre aquello que tiene que hacerse para rescatar el agua en todos los sectores de Latinoamérica.
Esta semana que se celebró el Día Mundial del Agua me ha hecho recordar en los diferentes foros, y publicaciones que he hablado de lo importante que es el esfuerzo multisectorial para realmente avanzar en la agenda climática. Sin embargo, en el caso de la seguridad hídrica es indispensable, debido a que lleva al máximo la organización de capacidades de las sociedades para lograr un manejo exitoso, e integral de sus recursos, y servicios hídricos para cubrir las necesidades de cada una de las dimensiones que abarca.
En este sentido, tener seguridad hídrica representa la capacidad de proporcionar de manera sostenible agua en suficiente cantidad. También, requiere calidad para satisfacer las necesidades agrícolas, industriales, para sus habitantes. En paralelo, es fundamental preservar la integridad de los sistemas ambientales que son la fuente natural del agua.
El problema: al falta de seguridad hídrica
Es bien sabido que el agua es vital para la vida misma, y fundamental para el crecimiento económico sostenible. Garantizar su acceso, y saneamiento para todos es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible “ODS” de las Naciones Unidas. Se trata del Objetivo 6, y resulta crítico y forzoso lograrlo para cumplir con todos los demás ODS.
Según el Foro Económico Mundial, la falta de seguridad hídrica es uno de los mayores riesgos para la prosperidad global. El consumo de agua se ha duplicado cada 20 años. Y para 2025 al menos dos tercios de la población mundial vivirá en zonas con estrés hídrico. Por lo tanto, la seguridad hídrica juega un papel integral en diferentes ámbitos de nuestra vida diaria.
Los datos de la FAO indican que la agricultura en 2050 deberá producir casi un 50% más de alimentos, y biocombustibles que hace 10 años. También marcan que habrá un mayor porcentaje de sequías que afectarán a los pequeños agricultores que producen aproximadamente el 60% de la producción agrícola mundial. Datos de la OCDE señalan que para 2050 se prevé que las extracciones mundiales de agua aumentarán en un 55%.
El verdadero impacto de la escasez de agua
En este sentido, la intensidad de la amenaza, y la gravedad de su impacto en los grupos de interés podrían tener un efecto de realmente alinear a todos los sectores. Pero la clave es: cómo unir de manera sostenible los esfuerzos para organizar una acción colectiva. Así, existe una posibilidad clara de que los riesgos, y las oportunidades provoquen que esto se logre.
La acción colectiva entre los sectores es la clave para resolver problemas a nivel de la cuenca hidrológica. Precisamente, la raíz del problema, y para resolver problemas a nivel de la cuenca es esencial comprender los riesgos, así como las condiciones actuales, y futuras, una vez que se conocen los riesgos, la priorización, la alineación y un trabajo multisectorial son esenciales para asegurar la seguridad hídrica. Claro ejemplo de cómo organizar estos esfuerzos entre sectores clave son los Fondos de Agua, que he tenido la oportunidad durante los años presenciar sus avances, y grandes resultados e impacto positivo en América Latina.
El beneficio real a nivel de la cuenca hidrológica, y su mismo análisis científico debe guiar las decisiones de inversión. Por lo general, las compañías se enfocan en la conservación del agua dentro de sus propias instalaciones; lo cual, es de vital importancia, pero se puede incrementar de manera importante su beneficio, si también se trabaja en la cuenca donde se ubica la empresa. Por ello, las organizaciones deben considerar actividades a nivel de cuenca en alianza con los sectores clave para determinar si otros tipos de inversiones aumentan la seguridad de disponibilidad, y acceso del agua para todos.
Sobre el autor:
El Dr. Francisco Suárez Hernández es director General de AdeS para América Latina y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center. Francisco es un apasionado de la sostenibilidad y fue el primer Latino en ser Presidente del Centro Mundial del Medio Ambiente 2015-2018 (WEC). En 2020, la junta directiva de WEC votó por unanimidad para elegirlo Director Emérito, en reconocimiento a sus muchos años de servicio dedicado. En el año 2020 fue reconocido como uno de los 100 Latinos más influyentes ante la crisis climática por la Organización Sachamama.