¿Cómo hablar de la muerte de un ser querido a los niños?

Enfrentar la muerte de un ser querido es profundamente doloroso, pero ¿cómo lo experimentan los niños? Aquí te damos varios tips para enfrentarlo.

La muerte es un tema muy difícil de tratar. Está tan lleno de tabús, sufrimiento y dolor, que muchas veces, incluso entre adultos; lo evitamos para no pasarla mal.

Pero, ¿qué ocurre cuando enfrentamos la muerte de un ser querido y debemos comunicárselo a un niño?

¿Cómo debemos explicar la muerte a los pequeños? ¿Lo entenderán?

¿Cómo hablar sobre la muerte con los niños?

Si lamentablemente estás enfrentando la muerte de un familiar y necesitas explicárselo a un niño, estos tips pueden ayudarte.

No ocultes el tema de la muerte

Ante la muerte de un familiar, muchos padres o adultos tratan de fingir que no ha ocurrido nada e incluso retrasan la noticia de la muerte para no alterar a los niños.

Sin embargo, ellos notarán la pérdida de uno u otro modo.

Lo mejor es comunicar inmediatamente lo que ha ocurrido, esto quiere decir que se debe explicar qué es la muerte, que es un proceso natural y después hablar sobre el fallecimiento del familiar.

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Sé paciente a las preguntas

Ante la noticia, y si el niño es muy pequeño probablemente comenzará hacer preguntas de todo tipo.

Desde por qué uno debe morir, hasta si morirán sus padres en el futuro.

Solo debemos decir una cosa: paciencia. Trata de contestar las preguntas de la forma más inteligente y sin dañar sus sentimientos.

Mantén su rutina

La rutina como ir a la escuela, comer a la misma hora todos los días, incluso mirar su programa de televisión favorito, genera seguridad en los pequeños.

Así que ante la muerte de un familiar, se debe mantener la rutina de los pequeños, esto con el fin de mostrarles que estarán seguros y que la vida debe continuar.

Respeta su duelo

Los niños pueden manifestar su duelo de muchas maneras, por lo que es necesario identificar si hay cambios en los comportamientos y rutinas de los niños.

Si se percibe que el niño pasa más tiempo solo, no disfruta de los juegos o deja de comer; lo mejor es hablar con ellos, escucharlos y permitir que expresen su dolor.