Es normal tener bajones cuando se está apunto de cerrar un ciclo, como en fin de año. Sigue estas recomendaciones para sentirte emocionalmente tranquilo.
Se termina un año y comienza otro, es inevitable hacer retrospectiva y alegrarse por ciertas cosas, pero entristecerse por otras. Sobre todo, en estos últimos dos fines de año que las condiciones nos han obligado a celebrar solos o lejos de la familia.
¡Pero calma! Cerrar un ciclo y darle la bienvenida a un nuevo comienzo siempre nos ayuda a aclarar la menta y ponen en orden nuestros propósitos, así como agradecer por aquello que aún tenemos. Sonará a cliché, pero ante lo que pasa en el mundo, agradecer por la salud hoy más que nunca es importante.
¿Cómo tener un gran cierre de año?
Mira en retrospetiva
Pero antes, recuerda que los humanos somos pesimistas por naturaleza y nos encanta ver el ‘negrito en el arroz’ siempre, pero esta vez enfócate en las cosas buenas y, si te es posible, anótalas. Recuerda que entre más agradecido seas con las cosas buenas que te pasaron, tu lista será cada vez más grande.
¿Cómo estabas hace un año?
Si te propusiste algunas metas piensa en aquellas que cumpliste y todo lo que te dejaron. Si tienes algunas incompletas o que no pudiste siquiera empezar, no te sientas mal, este es un buen momento para intentarlo de nuevo. Claro, se vale renunciar o postergar aquellas que, en este inicio nuevo, ya no son tu prioridad.
Y, eso sí, recuerda ser objetivo y honesto, metas muy difíciles de alcanzar o que dependen en cierta forma de terceros, pueden causarte mucha frustración. Ve poco a poco.
No evadas
Si sientes que antes de terminar este año debes realizar alguna actividad importante, como una conversación con alguien u otro asunto que hayas venido arrastrando, no lo evadas, afróntalo tan pronto te funcione y dale fin a eso que te atormenta.
Reconócete
No minimices ninguna de tus acciones, así consideres haber tenido poco éxito profesional, de pareja, familiar, etc., reconócelo y se agradecido por ello. Siempre piensa que tener uno será mucho mejor que nada.
Dicen por ahí que ser agradecidos es la manera de ser abundantes pues, de lo contrario, no importa cuanto llegue nunca estaremos felices. Y sí, valorar lo que sí tenemos en lugar de lamentarnos por lo perdido o lo que no ha llegado, siempre será la manera más positiva de encontrar la fortuna en los pequeños detalles.
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