Este exoesqueleto para niños es de titanio y aluminio, pesa 12 kg y tiene 10 articulaciones. Además se adapta a la evolución de la enfermedad
Es una innovación que trae esperanza y calidad de vida para los niños que padecen parálisis cerebral y atrofia muscular espinal. Por fin, expertos españoles han hecho posible el primer exoesqueleto para niños en el mundo. Y la mejor noticia es que se podrá comercializar también fuera de España. El exoesqueleto está patentado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español y ha sido desarrollado por la empresa Marsi-Bionics.
Elena García Armada, fundadora de Marsi-Bionics, detalló en un comunicado que “no solo es el hito de ser pioneros en la aplicación de la tecnología robótica a los niños, sino que, nuestro éxito, lo es fundamentalmente porque vamos a poder ser útiles y ayudar a tener una vida mejor a 17 millones de niños en el mundo”.
Este exoesqueleto está fabricado en aluminio y titanio, pesa unos 12 kilos y está pensado para la terapia de niños con algún tipo de discapacidad motora por causas cerebrales o con atrofia muscular espinal. Una enfermedad degenerativa de las neuronas de la médula espinal que se encargan de mover los músculos y que afectan a unos 500,000 niños en el mundo. Los exoesqueletos fabricados por Marsi-Bionics imitan el funcionamiento del músculo natural y cuentan con diez articulaciones con capacidad para interpretar la intención del movimiento del paciente.
“Hoy hemos hecho historia. Hemos puesto en el mercado el primer exoesqueleto pediátrico del mundo. Este distintivo permite llevarlo de los laboratorios a los hospitales”, ha explicado García Armada. pic.twitter.com/fHUhUBA2QW
— CSIC (@CSIC) May 12, 2021
Esta innovación es el resultado de ocho años de arduo trabajo y ensayos clínicos. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ya autorizó su comercialización en España y el resto de la Unión Europea.
Un exoesqueleto que se adapta a los cambios
“La principal dificultad para desarrollar este tipo de exoesqueletos pediátricos consiste en que los síntomas de las enfermedades neuromusculares varían con el tiempo tanto en las articulaciones como en el conjunto del cuerpo. Por eso es necesario un exoesqueleto capaz de adaptarse a estas variaciones de forma autónoma”, explica la la también científica en el Centro de Automática y Robótica del CSIC.
Actualmente existen diversos modelos de exoesqueletos no para niños, sino para adultos. Sin embargo, son más sencillos de elaborar, ya que no requieren tanta personalización como los infantiles.
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