La obligación de sentir felicidad provoca tristeza, ansiedad y mal humor. Es la depresión blanca o blues de Navidad. ¿Por qué nos sentimos solos en Navidad?
Aunque no lo creas la obligación de sentir felicidad provoca tristeza, ansiedad y mal humor. Una paradoja que se cumple a rajatabla cada año por esta época. Es lo que se conoce como depresión blanca o “blues de Navidad“. Un estado de ánimo provocado por las expectativas de felicidad que a veces no se cumplen.
Una obligación de alegría que solo consigue aumentar la sensación de soledad que se traduce también en insomnio, inapetencia, enojo. Es absolutamente normal, entonces, que en Navidad nos sintamos más solos que nunca. La buena noticia es que eso lo podemos cambiar.
Pero no te asustes si estás leyendo esto y reconoces que te sientes así. Porque lo bueno es que es un trastorno que solo aparece durante estas fechas y que tiene razones muy concretas. Si después de las fiestas decembrinas sigues igual, debes consultar a un especialista.
¿Cuál es el origen de la depresión blanca?
Las causas se relacionan con la presión de ser felices que prodigan la publicidad y las películas de Hollywood. Inevitablemente echamos de menos a personas que no están o situaciones que ya no se pueden dar y con estrés de responder a una expectativa social de felicidad. Además, este año se unen los efectos del Covid-19, con familiares fallecidos o enfermos y pérdida de trabajos.
Aceptar la realidad
Ante esta situación los expertos coinciden en que la solución comienza por aceptar la realidad como es. Reconocer que estas fechas no son de tu agrado y buscar rituales distintos o simplemente estar en paz con no celebrarlas. La clave es descubrir la razón por la que nos sentimos mal en esta temporada y a partir de ahí tomar decisiones para que no nos afecte tanto. Así evitaremos sentirnos más solos en Navidad.
Y este año, el Covid-19 puede ayudarte a evitar los compromisos y las obligaciones que no te hacen sentir bien. También es oportuno comunicárselo a la familia o personas con las que convivimos normalmente, para que entiendan lo que pasa y no nos presionen.
Comprar no da la felicidad
El “blues de Navidad” o depresión blanca puede ser debido al estrés que sufre cierta gente cuando se siente obligada a reunirse con familiares o personas con las que se tiene algún conflicto.
Además, el fin de año conecta casi de forma automática con la reflexión sobre el balance del año y muchas veces el resultado no es como esperábamos. A esto se añaden las exigencias del mundo en que vivimos, como el culto al consumismo que nos hace creer que la felicidad se compra.
Las redes sociales y la publicidad son otros factores que solo reflejan felicidad en estas fiestas. Parece obligación ser feliz porque todo el mundo lo es.
La depresión blanca tiene más incidencia en personas que ya han tenido cuadros depresivos y estas fechas pueden desencadenar otro episodio que se prolongue más allá de las celebraciones decembrinas.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda acudir a consulta ante síntomas de depresión navideña, a fin de evitar acciones contraproducentes, ya que en temporada decembrina la tasa de suicidios aumenta.
Rossana Castañeda Mendoza, psiquiatra del Hospital de Psiquiatría del IMSS, señala que “alrededor de la Navidad y Año Nuevo son los periodos en que más se experimenta la depresión. En esta época se manifiesta con cansancio, apatía, desgana, pérdida de vitalidad, irritabilidad extrema, pensamientos negativos y de derrota“.
Sus consejos para combatirla son los siguientes: “mantenerse activo, analizar los pensamientos negativos o fantasiosos y cambiarlos por otros más realistas, por ejemplo, cuando se sufre por alguien que ya no está”.
Consejos que ayudan
Estas son las recomendaciones de la Secretaría de Salud y del gobierno de Jalisco con su campaña Navidad en Armonía para prevenir la depresión blanca o “blues de Navidad”:
- Fomentar durante el año un estilo de vida sana y tener una ocupación, ya sea escuela o trabajo.
- Manejar las fechas festivas como cualquier otra sin añadir un valor.
- No esperar que durante diciembre se resuelva la vida, ni encontrar la armonía al 100%.
- Trabajar una buena relación en el trabajo, pareja y con la familia.
- Realizar actividad física permanente y continua para mantener la salud emocional.
- Fortalece tus lazos familiares; la cercanía emocional puede darse en el distanciamiento físico.
- Planea tus compras con anticipación y apégate a un presupuesto.
- Una llamada o videollamada significativa es más valorada que un objeto costoso.
- Celebra responsablemente siguiendo las recomendaciones durante la pandemia.
- Evita los excesos de bebidas y comidas, y descansa lo suficiente.
- Cuida tu estado de salud con técnicas de relajación y manejo del estrés.
- Diferencia la tristeza pasajera de la depresión.
- Reconoce tus logros del año y celébralos responsablemente.
Si te encuentras mal o crees que tienes la depresión blanca, llama a La Línea de la Vida (800 911 200). Funciona las 24 horas del día, de lunes a viernes, y cuenta con atención especial en salud mental.
También puedes marcar a los números de Psicología (55 5025 0855) y el de Psiquiatría y Salud Mental (55 5623 2127), ambos de la UNAM.
Al final de cuentas, ¡para todo siempre hay una solución!