Médicos de la Universidad de Miami comprobaron que el uso de cubrebocas no intoxica ni causa daños a los pulmones. Así que no hay pretexto.
¿Has escuchado del movimiento anticubrebocas? Se trata de no miles, millones de personas que se niegan a utilizar cubrebocas durante la pandemia. ¿La razón? Según ellos, el uso constante de este dispositivo de protección podría provocar intoxicación por dióxido de carbono (CO2). Por fortuna, los científicos no han dejado de luchar constantemente por romper con mitos y teorías que solo difunden miedo e ignorancia. Es así como médicos de la Universidad de Miami lograron comprobar que los cubrebocas no intoxican.
Los cubrebocas no intoxican por dióxido de carbono ni por nada, y lo dice la ciencia
El estudio, publicado en la revista científica AnnalsATS, analizó el efecto de los cubrebocas en el intercambio de gases (oxígeno y dióxido de carbono). Lo hicieron tanto en personas en buena condición física al igual que en personas que padecen Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Estas últimas deben esforzarse más para respirar, lo que puede hacerles sentir problemas para respirar además de una fatiga crónica.
“Demostramos que los efectos en pacientes con EPOC son mínimos, incluso en personas con deterioro pulmonar muy grave”, señaló el doctor Michael Campos, de la División de Medicina Pulmonar, Alergia, Cuidados Intensivos y del Sueño de la Universidad de Miami.
Respecto de la falta de aire que muchos dicen sentir al momento de utilizar el cubrebocas —sobre todo, quienes hacen deporte con él—, el especialista declaró que es normal. Sin embargo, no tiene nada que ver con el falso mito de que los cubrebocas intoxican. “La disnea, la sensación de falta de aire que algunos sienten con el cubrebocas no es sinónimo de alteraciones en el intercambio de gases. Es probable que se produzca por restricción del flujo de aire con el cubrebocas, en particular cuando se necesita una mayor ventilación”.
¿Cuál es la solución para la sensación de falta de aire?
De acuerdo con los expertos, esa falta de aire que se siente al utilizar cubrebocas no se debe a un exceso de CO2, sino a que quizá éste se encuentra demasiado ajustado. La solución para detener la molestia es caminar más lento o simplemente quitarnos el cubrebocas si nos encontramos a sana distancia de otros.
“El público no debe creer que los cubrebocas matan”, dijo el doctor Campos, ni mucho menos que intoxican. Así que no hay pretexto para no cuidarnos y así evitar que el virus se siga propagando.
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