El compostero es una herramienta fundamental en nuestra búsqueda por reducir nuestra huella ecológica. Las plantas que tienes en tu casa brillarán.
El compostero es una herramienta fundamental en nuestra búsqueda por reducir nuestra huella ecológica. De hecho, si te animas a hacerlo, las plantas que tienes en tu casa lucirán mejor que nunca. Y si tienes un huerto, tus frutas y verduras sabrán deliciosas.
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Y aunque no lo creas, hacer tu composta es muy sencillo. De hecho, solo tienes que seguir estos pasos:
1 Crea tu compostador
Necesitas un recipiente en el que irás haciendo las distintas capas que se convertirán en tu composta casera. Ya sea una caja o una maceta, lo más importante es que tu composta no esté en contacto con el piso.
2 Residuos orgánicos
Debes mentalizarte de que tu compostador no es el cubo de la basura. En él solo puedes verter los siguientes desechos: fruta, verduras, cáscaras de frutos secos, hojas secas, posos del café o cáscaras de huevo. Lo ideal es que tu composta tenga un poco de todo lo que acabamos de mencionar para que ésta sea de gran calidad.
3 Cuida tu composta
Aunque no tiene mayor ciencia, te aconsejamos que revuelvas una vez por semana tu composta. Si quieres acelerar su creación, puedes secarla al sol dos semanas después de haber empezado a hacerla.
Zamá, expertos composteros
En México, existe una plataforma que trabaja para que en todos los espacios de México cuenten con al menos una solución sustentable: Zamá. Dentro de sus diferentes proyectos se encuentra el servicio de venta y asesoría de composteros.
Por 950 pesos, Zamá te acerca a la comodidad de tu hogar tu kit compostero que incluye un contenedor, una tapa de tela, una tapa de fibra de vidrio, una pala, un instructivo, set de secos, un paquete de composta lista y una capacitación telefónica.
Al igual que sucedió con la app de Olio, quisimos probar el producto antes de hablar de él y el resultado es más que satisfactorio. Sin malos olores, sin molestas moscas, pero sí con mucha composta que le ha dado vidilla a nuestro jardín.
Además, los más pequeños de la casa disfrutan mucho de la actividad y es apta para todas las edades. Cuidar el planeta puede ser una tarea muy divertida.
