A Christian Busch le dicen que es un “alemán con sangre mexicana. Quizá eso explica la afirmación de que la serendipia es la base de una “suerte inteligente”.
Un accidente automovilístico lo cambió todo. El ahora director del programa de Economía Global del Centro de asuntos globales de la Universidad de Nueva York, era un joven intrépido que adoraba manejar a alta velocidad. “Siempre me salía con la mía, hasta que un día no tuve tan buena suerte y tras ese accidente comencé una búsqueda sobre el sentido de mi vida”, explica en una conferencia virtual en la Asociación Americana de Psicología. Ese sentido, Christian Busch comenzó a encontrarlo al comprender la serendipia como un catalizador de suerte inteligente. Su teoría —que argumenta con muchos casos reales— es que un “fracaso” puede ser la clave del éxito. Muchas veces los cambios de planes, los retrasos y hasta los errores humanos pueden jugar a nuestro favor.
Para Busch, un ejemplo muy claro y famoso es el desarrollo del sildenafil, un fármaco que se estaba investigando para resolver problemas cardiacos, pero que generaba erecciones de pene en los pacientes. Los experimentos pudieron ser un fracaso a nivel de tratamiento de angina de pecho (o cuando menos hubiera sido una solución incómoda en situaciones inesperadas).
En cambio, la perspectiva cambió y más bien se convirtió en una excelente solución en la salud sexual, comercializándose bajo el nombre Viagra. La serendipia actuó y los investigadores supieron aprovecharla, convirtiendo el error en un golpe de buena suerte.
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Cómo poner en práctica la filosofía de Christian Busch sobre la serendipia y la suerte inteligente
Busch escribió sus pensamientos respecto a cómo convertir la adversidad en oportunidad en el libro The Serendipity Mindset. The Art and Science of Creating Good Look. Además, en su página web pueden verse sus participaciones en múltiples conferencias y seminarios donde comparte sus conclusiones al respecto.
Pero en términos muy prácticos, Christian Busch considera que la clave de cómo transformar la serendipia en suerte inteligente radica en hacer buenas preguntas y estar abierto a respuestas inesperadas. Busch nos recomienda que cuando conocemos a alguien no preguntemos “¿qué haces?”, ya que eso nos lleva a encasillar a una persona en una actividad. En cambio, podemos hacer preguntas abiertas como “¿qué te gusta?” o “¿qué es lo que más te interesa?”.
Al mismo tiempo aconseja que cuando nos pregunten qué hacemos respondamos sí con una pasión, una descripción laboral, un interés y un pasatiempo. Algo así como “Me encanta conectar a la gente, monté una empresa en el sector educativo, recientemente comencé a pensar en filosofía, pero lo que realmente disfruto es tocar el piano”.
Esto abre la posibilidad de reacciones fortuitas que pueden llevarnos a una alianza afortunada, al desarrollo de un proyecto o al encuentro de una amistad que de otra manera no hubieran ocurrido. Y eso es buena suerte inteligente.
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