En temas de cuidado medioambiental China no se queda atrás, pues está planeando construir varias torres gigantes que purifiquen el aire de todo el país.
La contaminación en las grandes ciudades se ha convertido en un serio problema en todo el mundo. A estas alturas, no ha bastado con ciertas medidas para evitar que los niveles de contaminación se sigan incrementando, como por ejemplo: prohibir la compraventa de vehículos diésel y de gasolina.
China es uno de los lugares en los que este problema se ha convertido día tras día en todo un reto. Hace algunos años, el país estuvo en alerta roja debido a la excesiva contaminación que afectaba a un tercio de la población.
En Pekín, la capital, la concentración de partículas perjudiciales para la salud llegó a superar 15 veces el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Es así como el científico Cao Junji, de la Academia China de las Ciencias, inventó unas enormes torres de 100 metros de altura que funcionan como un purificador de aire gigante. Y su edificación tiene el efecto contrario a las temibles chimeneas de las fábricas.
El purificador está rodeado de invernaderos, que son los encargados de absorber el aire contaminado y calentarlo a golpe de energía solar. Es entonces cuando el smog asciende por la torre atravesando una serie de filtros que son los encargados de volver el aire nuevamente respirable.
Este primer purificador de aire gigante solo es el inicio y ensayo de un ambicioso plan, en el que el objetivo real es levantar varias torres de 500 metros de altura y 200 de diámetro a lo largo y ancho del país. Con ellas se podrá reducir la contaminación en varias decenas de kilómetros a la redonda.
¿Realmente es eficiente?
Según sus operadores, la planta tiene un sistema solar lo suficientemente eficiente como para seguir absorbiendo la radiación solar también en invierno. Esto es algo vital, ya que gran parte de los sistemas de calefacción de la ciudad dependen del carbón. Y el invierno es, precisamente, una de las temporadas donde más repunta la contaminación en Xi’an.
¿Cuál fue el primer purificador de aire gigante?
El primer purificador de aire gigante construido con el fin de reducir la contaminación se instaló en Pekín en 2016. Lo diseñó el artista holandés Daan Roosegaarde y rendía homenaje a las pagodas chinas. Imagínate: la torre se elevaba del suelo siete metros. ¡Qué impresión!
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