¿A quién no le gusta esta fruta? Además de ser deliciosa, científicos del IPN han descubierto que su cáscara tiene poderes cicatrizantes.
Decir que el mango es delicioso en cualquiera de sus más de 20 variedades no está a prueba científica. En su forma natural, ensaladas, ceviches o postres es difícil resistirse a su sabor tropical.
Y no cabe la menor duda de que será aún más apreciado. Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) han comprobado que la cáscara de mango posee propiedades antibacterianas, antioxidantes y cicatrizantes, que la harían eficaz en diversas curaciones.
Para obtener el extracto de mango ataulfo que contiene todas las propiedades de la cáscara, los investigadores realizaron un estudio donde se retiraba la cáscara y el exceso de pulpa para dejarla secar.
Este extracto se analizó in vitro y se probó su actividad antimicrobiana, antifúngica y antioxidante en una muestra de ratones con pequeñas heridas quirúrgicas. Posteriormente los resultados revelaron que el extracto de mango sanó por completo sus laceraciones en tan solo 11 días.
Los investigadores ahora estudian la toxicidad del extracto. En los animales dio negativo, pero no se ha probado aún en humanos.
Otras formas de aprovechar la cáscara de mango
Adiós, manchas. Seca la cáscara y una vez molida mézclala con yogur, esta pasta te ayudará a eliminar las manchas de la piel.
Cabellera envidiable. Mezcla la cáscara de mango seca y pulverizada con yogur, huevo y un poco de puré de la misma fruta. Aplica como mascarilla en el cabello y lograrás eliminar la resequedad y darle brillo y suavidad.
Té para el alivio. El té de hojas de mango se utiliza mucho gracias a sus propiedades naturales. Ayudar en el combate a la diabetes, regular la presión arterial, fortalecer el sistema inmunológico y sobre todo contra la ansiedad y el estrés.
Fertilizante. Puedes utilizar la cáscara de mango como fertilizante. Ya sea sola o acompañada de otros desechos orgánicos, la piel de mango es un buen material para armar tu propia composta casera. Solo colócala en una maceta con filtración, junto a tierra húmeda y hojas secas. Después ve arma varias capas de estos elementos y deja reposar por días para que todo se incorpore bien.
Si antes la cáscara de mango se pensaba que era basura dentro de la industria alimentaria y en nuestra vida cotidiana, ahora ya tienes elementos poderosos para pensar antes de desecharla.
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