Estudios recientes han encontrado que caminar tiene múltiples beneficios para la regeneración de la materia blanca en el cerebro.
Mucho se ha hablado sobre los beneficios de caminar diariamente, pero poco sabíamos (hasta ahora) sobre los beneficios directos a la salud de nuestro cerebro.
La idea de que los cerebros adultos pueden ser maleables es un hallazgo bastante reciente en términos científicos. Hasta finales de la década de 1990, la mayoría de los investigadores creían que los cerebros humanos eran físicamente fijos e inflexibles después de la primera infancia.
Se pensaba que nacíamos con la mayoría de las células cerebrales que tendríamos y que no podíamos crear más. Según esta teoría, la estructura y la función de nuestros cerebros solo disminuirían con la edad.
Pero gracias a estudios recientes, hoy sabemos que el ejercicio puede refrescar y renovar la materia blanca de nuestro cerebro; esto podría mejorar nuestra capacidad de pensar y recordar a medida que envejecemos, según un nuevo estudio sobre caminar, bailar y la salud cerebral.
El estudio de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins demuestra que la materia blanca, que conecta y sostiene las células de nuestro cerebro, se remodela cuando las personas se vuelven más activas físicamente.
En cambio, en quienes permanecen sedentarios, la materia blanca tiende a deshacerse y encogerse.
Los resultados subrayan el dinamismo de nuestros cerebros y cómo se transforman constantemente —para bien y para mal— en respuesta a la manera en que vivimos y nos movemos.
Otros estudios en los que se utilizaron tintes para identificar las células recién nacidas indicaron que partes de nuestro cerebro crean neuronas hasta la edad adulta. Este es un proceso conocido como neurogénesis.
Estas investigaciones demuestran que nuestros cerebros conservan la plasticidad de por vida, cambiando con nosotros, incluso en respuesta a la manera en que hacemos ejercicio.
Hacia un mayor conocimiento de nuestros cerebros
Si bien anteriormente se había estudiado bastante acerca de la materia gris, poco se había investigado sobre la materia blanca.
Como dijo al New York Times Agnieszka Burzynska, profesora de Neurociencia y Desarrollo Humano de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins: “Ha sido como la hermanastra fea y descuidada” de la materia gris.
En este estudio, que dirigió Burzynska y que se publicó en la revista NeuroImage, ella y otros colegas se propusieron revisar los beneficios de caminar.
Comenzaron reuniendo a casi 250 hombres y mujeres de edad avanzada que eran sedentarios pero que, por lo demás, estaban sanos.
En el laboratorio, probaron la aptitud aeróbica y las habilidades cognitivas de los voluntarios; también midieron la salud y la función de su materia blanca.
A continuación, dividieron a los voluntarios en grupos, uno de los cuales comenzó un programa supervisado de estiramientos y entrenamiento del equilibrio tres veces a la semana, para servir de control activo.
Otro empezó sesiones de caminatas en grupo tres veces por semana, a paso ligero, durante casi 40 minutos. Y el último grupo empezó a bailar, reuniéndose tres veces por semana para aprender y practicar bailes en línea y coreografías de grupo.
Todos los grupos se entrenaron durante seis meses y luego volvieron al laboratorio para repetir las pruebas desde el inicio del estudio.
En el caso de muchos, sus cuerpos y cerebros habían cambiado, según descubrieron los científicos. En los caminantes y los bailarines, su materia blanca parecía renovada.
Mientras tanto, los miembros del grupo de control, que no habían realizado ejercicios aeróbicos, mostraron un deterioro de la salud de la materia blanca después de los seis meses, con una caída de las puntuaciones cognitivas.
Beneficios de caminar para el cerebro
Para los deportistas, los beneficios de caminar son muy prometedores, pues nos indican que la materia blanca sigue siendo plástica y activa, sea cual sea nuestra edad.
Unos cuantos paseos rápidos a la semana podrían ser suficientes, dice, para pulir el tejido y ralentizar o evitar el deterioro de la memoria.
Desde luego, los cambios cerebrales fueron sutiles y algo inconsistentes. Burzynska y sus colegas esperaban, por ejemplo, que el baile produjera mayores mejoras cognitivas y en la sustancia blanca que el caminar, dice, ya que el baile implica más aprendizaje y práctica.
Pero caminar fue más potente, lo que sugiere que el ejercicio aeróbico, por sí mismo, es más importante para la salud de la materia blanca.
Una variante del estudio es que los participantes tenían más de 60 años, eran inactivos y se ejercitaron solo durante seis meses. No está claro si los cerebros de personas jóvenes y en mejor forma física también tendrían los mismos beneficios de caminar, principalmente a la memoria y el pensamiento.
Pero por el momento, los resultados nos dan un argumento muy bueno a favor del ejercicio, particularmente sobre caminar y sus beneficios.
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