Investigadores del MIT proponen un método seguro para compartir ventiladores

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Investigadores del MIT proponen un método seguro para compartir ventiladores

Investigadores del MIT proponen un nuevo método para que pacientes con COVID-19 puedan compartir ventiladores evitando riesgos.

Ante el aumento de pacientes con COVID-19 que experimentan dificultad respiratoria aguda, el debate sobre compartir ventiladores es cada vez mayor. La opción de dividir los tubos de aire para que dos pacientes puedan conectarse a una sola máquina se convierte en una medida casi necesaria.

Algunas asociaciones médicas han emitido una declaración conjunta que desestima esta práctica por el riesgo para los pacientes al no recibir la cantidad de aire necesaria.

Sin embargo, investigadores del MIT en conjunto con el Hospital de Brigham and Women’s proponen un método para compartir ventiladores, sin riesgos para los pacientes. Su eficacia queda demostrada en pruebas de laboratorio, pero advierten que se debe usar solo como último recurso y durante una emergencia.

“Esperamos que este enfoque, que requiere componentes listos para usar, pueda ayudar a los pacientes con extrema necesidad de asistencia con el ventilador”, dice Giovanni Traverso, profesor de ingeniería mecánica del MIT.

Flujo personalizado en los ventiladores

A finales de marzo, un hospital en Nueva York comenzó a compartir ventiladores entre pacientes con COVID-19, al agregar un conector en forma de T. Al hacer esto, el personal debe igualar a los pacientes, en tamaño, edad y condición, pues cada paciente recibe la misma cantidad de aire.

El riesgo aparece al no poder ajustar el flujo para que los pacientes reciban diferentes cantidades de aire en función a su condición. Si un paciente mejora, por ejemplo, sus pulmones se estiran y absorben más aire, lo que podría significar quitarle aire al otro paciente.

Para superar estos retos, los científicos del MIT agregaron válvulas de flujo para controlar la cantidad de aire que cada paciente recibe. Este método permite adaptar la cantidad de aire que recibe un paciente si mejora o empeora.

La configuración incluye válvulas de liberación de presión para evitar que entre demasiado aire en los pulmones del paciente, y alarmas que se activan cuando la entrada de aire a un paciente cambia.

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La propuesta es de bajo costo, los investigadores utilizaron piezas disponibles en hospitales o ferreterías. Aunque el ventilador común produce suficiente presión de aire para seis u ocho pacientes, el equipo de investigación no recomienda usarlo para más de dos personas.

El MIT han puesto a disposición un sitio web con tutoriales sobre cómo configurar el sistema. Aunque este método supera muchos retos durante la pandemia, remarcan su uso como último recurso.