Un joven biólogo indonesio es el creador de bolsas hechas de yuca que son 100% biodegradables y que al contacto con el agua se disuelven.
Kevin Kumala es el creador de las bolsas de yuca y nació en Balí, Indonesia, donde pasó la mayor parte de su infancia recorriendo las playas de su país. Durante 10 años vivió en EE. UU. estudiando biología y, cuando regresó a su país en 2009 se dio cuenta que las playas que le encantaban de niño ahora eran irreconocibles basureros.
“Cuando me iba a surfear o bucear, ya no representaba un placer para mí. Encontrar plástico en cualquier lugar que visitaba […] se convirtió en algo muy frustrante”, contó Kumala al diario Southeast Asia Globe. Decidido a cambiar la situación diseñó un producto para sustituir las bolsas de plástico.
Aunque se ha hablado muchas veces de la importancia de dejar de consumir productos desechables, es algo aún muy lejano. Es por eso que se necesitan soluciones prácticas que puedan ayudar a sopesar el mal que hemos hecho al planeta. Así es como surgió Avani Eco, la empresa que produce materiales similares al plástico pero que están hechos de productos 100% biodegradables.
Además de bolsas Avani Eco produce artículos como popotes hechos a base de almidón de maíz o envases desechables con caña de azúcar. La innovadora idea recibió en 2017 el premio “Most Valued Bussines Indonesia”, que premia las iniciativas más responsables con el medio ambiente en ese país.
En Indonesia se producen cada año 25.2 toneladas de ese tubérculo y, las bolsas de yuca de Kumala, son tan resistentes como las convencionales. Al llegar al mar se disuelve sin dejar ningún tóxico, las bolsas de yuca pueden convertirse en composta en menos de 100 días, o bien, disolverse en cuestión de minutos en agua caliente. Una bolsa de plástico común puede tardar hasta 400 años en desaparecer.