La adicción al porno es un problema más común del que creemos, y afortunadamente la valiente Billie Eilish lo ha puesto sobre la mesa.
“Empecé a ver porno a los 11 años y me destruyó el cerebro“, confesó Billie Eilish hace un par de días en una entrevista en The Howard Stern Show.
La intérprete de “No Time to Die” abrió su corazón sobre un tema que muchxs conocen, pero que pocos se atreven a hablar por pena o prejuicios.
“Creo que realmente me destruyó el cerebro y me siento increíblemente devastada por haber estado expuesta a tanto porno… Como mujer, creo que el porno es una desgracia”, aseguró.
La cantante ganadora del Grammy —y nuevamente nominada este año—, incluso ha hecho referencia a este problema en su canción “Male Fantasy”: “Home alone, tryin’ not to eat, distract myself with pornography, I hate the way she looks at me, I can’t stand the dialogue, she would never be, that satisfied, it’s a male fantasy, I’m going back to therapy”.
Lo importante de estas declaraciones es que así, Billie Eilish pone sobre la mesa la adicción al porno, que es más común de lo que creemos.
La adicción al porno: un tema que va más allá de las declaraciones de Billie Eilish
La cantante de 19 años, que este año también levantó la voz contra las víctimas de abuso sexual, confesó que toda la información a la que estuvo expuesta deformó sus ideas sobre el sexo.
“Llegó un punto en el que no podía ver nada que no fuera violento, no me parecía atractivo”. Y si bien nos gustaría pensar que es un caso aislado, la adicción de Billie Eilish al porno afecta a más personas de las que creemos.
De acuerdo con investigaciones, la adicción al porno afecta hasta a 6% de la población mundial adulta. Las cifras en menores de edad no queda clara, pero no por ello no existe.
Esto debido a que la pornografía cada vez está más al alcance de todxs en internet. Solamente basta con afirmar en los sitios que somos mayores de edad. El resultado: 93,2% de los niños y el 62,1% de las niñas ven porno por primera vez antes de los 18 años.
“Los padres no prestan atención y puede afectarles para el resto de sus vidas”, dijo Brad Salzman, fundador del Centro de Adicción Sexual de Nueva York, al NY Post.
“Colorea totalmente su percepción de cómo se supone que es la sexualidad normal y cambia la forma en que piensan que deben interactuar. Pueden empezar a ver a otras personas como objetos sexuales en lugar de seres humanos”.
Síntomas de la adicción a la pornografía
De acuerdo con datos de Dale una vuelta, plataforma de ayuda a personas que sufren adicción al porno como Billie Eilish, el 90% de los niños de entre 8 y 16 años ha visitado una web de contenido adulto.
Además, en internet se realizan 962 búsquedas por segundo de este tipo de pornografía, y se ven 219,000 vídeos porno por minuto en la gran red global.
En total, la industria de la pornografía mueve 27 mil millones de dólares anuales.
El problema no es ver porno de vez en cuando, sino cuando esto te impide seguir con tu vida, te hace sustituir tu intimidad por la experiencia virtual —o crees que no estás a la altura de tus encuentros sexuales en la vida real—. Incluso afecta tus relaciones personales o laborales.
Hay personas, incluso, que han perdido su empleo por ser descubiertos en oficinas viendo pornografía.
El aislamiento es también un problema, pues la persona es capaz de rechazar cualquier contacto con su vida social con tal de consumir contenidos para adultos. Las consecuencias más drásticas son depresión, ansiedad e incluso tendencias suicidas.
Como cualquier adicción, por fortuna, hay tratamiento. Hacer ejercicio, buscar una terapia —de preferencia cognitivo-conductual—, evitar consumo de alcohol y drogas.
Además, como papás, es súper importante revisar los contenidos que nuestros hijos consumen y que, en lugar de tomar una actitud negativa o represiva, abramos, como Billie Eilish, la conversación con ellos respecto de la adicción al porno.
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