La investigación ha examinado el cerebro de más de 250,000 personas. Conclusión: consumir cualquier cantidad de alcohol daña el cerebro.
Queramos o no creerlo, el alcohol no es buen aliado para el cerebro. Un estudio británico dice que ni siquiera en pequeñas cantidades. Así que si alguna vez te has preguntado la cantidad saludable que se puede ingerir, esta investigación dice que es mejor nada. Es concluyente: más consumo de alcohol, más afectada queda la materia gris.
Alcohol afecta a la materia gris
La investigación de la Universidad de Oxford estudió la relación entre el consumo de alcohol de 25,378 británicos y sus escáneres cerebrales. Lo primero que observaron los científicos es que tomar alcohol tenía un efecto en la materia gris del cerebro, donde residen regiones que forman “partes importantes donde se procesa la información”, según aseguró en un comunicado Anya Topiwala, quien lidera el equipo de investigación.
“Cuanto más bebía la gente, menor era el volumen de su materia gris. El volumen cerebral se reduce con la edad y más gravemente con la demencia. Un volumen cerebral más pequeño también predice un peor desempeño en las pruebas de memoria”, publica en la revista medRvix.
“Si bien el alcohol solo hizo una pequeña contribución a esto (0.8%), fue una aportación mayor que otros factores de riesgo ‘modificables’, que son aquellos sobre los que se puede hacer algo, en contraste con el envejecimiento”, aclaró. También advierte que el estudio todavía debe ser revisado por otros científicos.
No hay un nivel seguro de consumo de alcohol
Pero, ¿hay hábitos, tipos de bebidas o enfermedades que ocurran de forma paralela e influyan en la la salud del cerebro? Y parece que en cualquier caso, consumir alcohol, en la cantidad que sea, siempre es peor que no ingerirlo. Tampoco encontraron evidencias de efectos peores según bebidas. El deterioro del cerebro era igual si bebían vino, cerveza o ginebra, por ejemplo. Lo que sí aumenta el riesgo de otros padecimientos es que las personas beban alcohol en exceso, tengan la presión alta o sean obesas.
Además, se analizó si beber vino moderadamente podría ser beneficioso en comparación con otras bebidas alcohólicas. Pero no encontró evidencia que asegure que esta bebida alcohólica no produce impacto en el cerebro.
Este hallazgo puede ser de ayuda para retrasar las enfermedades neurodegenerativas. Si el consumo de alcohol es un factor que afecta al cerebro, dejar de consumirlo puede ayudar a que dolencias como la demencia o el Alzheimer se manifiesten más tarde. Sobre todo, mientras la ciencia encuentra una cura o una forma de bloquear el avance de este tipo de enfermedades.
No hay un límite seguro
No es una novedad la relación entre el consumo de alcohol y una peor salud. De hecho un estudio publicado en The Lancet en 2018 concluyó que el alcohol fue un factor de riesgo de enfermedad y muerte prematura en personas entre 15 y 49 años en 2016, algo así como 1 de cada 10 fallecidos.
#Infografía El alcohol fue causa de casi una de cada 10 muertes en 2016 a nivel global, según un nuevo informe en “The Lancet”.
— La Jornada (@lajornadaonline) August 27, 2018
Vía Graphic News pic.twitter.com/6C101UXNTa
“Se sabe desde hace décadas que beber en exceso es malo para la salud del cerebro”, dijo a CNN Sadie Boniface, jefa de investigación del Instituto de Estudios sobre Alcohol del Reino Unido. Y añadió: “Incluso en niveles de consumo de bajo riesgo”, dijo. “Hay evidencia de que el consumo de alcohol juega un papel más importante en el daño cerebral de lo que se pensaba anteriormente. El estudio (de Oxford) encontró que este papel era mayor que muchos otros modificables factores de riesgo, como fumar”, concluyó.
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