Morgan Freeman ha demostrado que es una persona multitask: juega golf, es piloto, sabe varios idiomas, y lo mejor ¡es un activista ambiental innato!
Es reconfortante saber que hay celebridades que alzan su voz para promover causas justas. Otras, la utilizan para luchar contra la desigualdad y algunas más para propagar la urgencia de concientizar al mundo sobre el cuidado del planeta. Morgan Freeman, además de ser un talentoso actor, es un activista ambiental en constante desarrollo.
Hoy es el cumpleaños número 84 de Morgan Freeman y más allá de festejar su edad, queremos remarcar sus notables logros como ambientalista, porque preocuparse no solo por el bienestar de la humanidad, sino del planeta es algo admirable y que sí se debe festejar todos los días.
Llegó a la actuación por un ‘castigo’
Curiosamente, Morgan Freeman, ganador de un Óscar, inició en el mundo teatral debido a un castigo. Cuando era adolescente, en el colegio, le quitó la silla a una chica que iba a sentarse y por tal motivo lo castigaron enviándolo a clases de teatro. (¿Raro castigo no?).
Poca gente sabe que Morgan Freeman es piloto aviador de formación y que trabajó en la Fuerza Aérea del Ejército de Estados Unidos. Asimismo, se considera un hábil capitán al tomar el timón de un barco. Y el golf es su deporte favorito.
Pero algo que va mucho más allá de sus intereses profesionales es la ayuda humanitaria y su preocupación por el medio ambiente. Primero porque prestó su voz a varios documentales ambientalistas como Born to be wild (2011) y La marcha de los pingüinos (2005). Segundo: interpretó la vida de Nelson Mandela en la cinta Invictus (2006), experiencia que lo hizo interesarse más en ayudar a las minorías aún segregadas en Sudáfrica, después del Apartheid. Y además es el presentador oficial de algunos programas de NatGeoTv.
“No prestamos atención a lo que estamos haciendo al planeta. Algunos tratamos de llamar la atención sobre ciertas situaciones, pero somos pequeñas voces en la oscuridad. Hay 7,000 millones de personas en el planeta. Todos usamos energía y producimos basura. Vaciamos los océanos y mutilamos los bosques para nuestras necesidades. Existe una falta de concienciación enorme”, explica Freeman tras su participación en Island of Lemurs: Madagascar, otro documental de corte ecológico.
Morgan Freeman: de aviador a apicultor
Finalmente, el protagonista de Se7en decidió convertirse en apicultor hace un par de años, gracias a su afición por salvar a las abejas en peligro de extinción. En su rancho tiene más de 140 árboles y cientos de plantas nativas para que las abejas puedan deambular con tranquilidad en este paraíso de polinizadores silvestres.
Morgan Freeman alberga ya 26 colmenas de abejas en su rancho en colaboración con el grupo de activistas The Free Thought Project.
“Es un esfuerzo para traer abejas, polinizadores e insectos al planeta. No nos damos cuenta del papel fundamental que tienen en el crecimiento del planeta y de la vegetación. Y es mejor que las protejamos hoy, antes de que sea demasiado tarde”, finaliza Morgan Freeman.
Tenemos razones de sobra para admirarlo (y celebrarlo hoy, claro está). ¿Estás de acuerdo?
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