Que no te asuste la palabra ácido: los ácidos AHA y BHA son activos muy comunes hoy en los productos de belleza. Pero debes aprender a usarlos.
Parece trabalenguas, pero los ácidos AHA y BHA son dos nombres de moda que debes aprenderte (e incorporar en tu rutina de skincare). Claro, si quieres lucir una piel espectacular.
Los ácidos AHA (alfa-hidroxiácidos) sirven para eliminar las células muertas que se van acumulando sobre nuestra cara. Son ácidos que actúan de forma sutil sobre la piel al momento de exfoliarla, por eso son muy comunes en los productos exfoliantes.
Por su parte, los ácidos BHA también son un tipo de ácido que ayuda a exfoliar la piel. Pero a diferencia de los ácidos AHA (que son solubles en agua) estos se pueden diluir en aceite.
Por esta razón, los ácidos BHA son efectivos para penetrar en los poros con exceso de sebo. Y, además, combaten la bacteria e inflamación producida por el acné, recurrente en los cutis grasos.
La forma más común de encontrar los BHA es en el ácido salicílico, el cual es uno de los ingredientes más utilizados en los diferentes productos (limpiadores, exfoliantes o cremas) para combatir el acné.
Y hay una tercera categoría, que son los ácidos PHA (o polihidroxiácidos). Sus efectos son parecidos a los de los AHA. Ya que ambas ayudan a deshacer el ‘pegamento’ que mantiene a las células muertas en la superficie de la piel.
Pero para no meternos en tantas nomenclaturas, nos enfocaremos más en los ácidos AHA y BHA, que son los más comunes en la nueva generación de productos de skincare.
Las ventajas de usar ácidos AHA y BHA
En cuanto a los AHA, es probable que no los encuentres detallados con este nombre en las etiquetas de tus productos. En cambio, sí leerás ácido glicólico y ácido láctico, que son los dos tipos de AHA más comunes.
Asimismo, de los BHA, el más popular es el ácido salicílico, muy socorrido entre las mascarillas y demás tratamientos para prevenir el acné.
Es importante considerar que para pieles sensibles, los ácidos AHA en forma de exfoliante no son la opción idónea, ya que pueden generar sensibilidad a la luz. Esto se puede evitar si se aplica el protector solar de forma diaria (lo cual suponemos haces).
Si a pesar de esto se sigue mostrando fotosensibilidad, existen dos alternativas: la primera es aplicar el producto que incluye ácidos AHA sólo en la noche. Mientras que la segunda opción es suspender el uso del o los productos.
¿Son peligrosos estos activos en la piel?
Hace un par de años se popularizó que los AHA era uno de los productos cosméticos más peligrosos. Debido a que quitaban la capa protectora de la piel, mejor conocida como manto hidrolipídico.
Como mencionamos, los AHA pueden llegar a sensibilizar la piel, pero con el uso diario y constante del protector solar no debe existir ningún riesgo para que la piel sufra algún tipo de daño severo.
Sobre los ácidos BHA, el único contra es que pueden llegar a resecar la piel si el producto se usa en exceso o tiene demasiado porcentaje de este ácido. Para cutis grasos es excelente si se usa con moderación, mientras que para los cutis secos será mejor evitar su uso.
Los ácidos AHA y BHA eran, hasta hace poco, exclusivos de los profesionales de la piel, pero ahora se han popularizado tanto que es posible encontrar cremas, exfoliantes, peelings y un gran etcétera con estos activos en sus fórmulas.
El principal objetivo de los ácidos AHA y BHA es exfoliar de forma sutil la piel. Pero debes tener cuidado al usar estos ingredientes activos, ya que pueden llegar a irritar o resecar la piel.
Recuerda que todo producto químico (desde un desodorante hasta tu perfume favorito) puede causar alergia, por más pruebas de seguridad que hayan aprobado. Por eso, es importante observar las reacciones en tu piel y, si tienes dudas, acudir con un dermatólogo.
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