Un programa de las Naciones Unidas está impulsando un proyecto en Yemen para que mujeres construyan una enorme planta de energía solar.
Yemen es uno de los países con extrema vulnerabilidad, según la misma ONU. En ese ambiente se sitúa un movimiento de mujeres que, luchando contra el machismo y la desigualdad, están queriendo cambiar Yemen al apostar por el uso de la energía solar.
“Vivimos en una situación de extrema vulnerabilidad, pero tenemos que pasar a la acción. Intentamos sobrevivir cada día y a la vez luchamos para trasformar la manera de pensar de nuestro pueblo”, dijo Iman Haddi Ghaleb Al-Hamli, en un reporte difundido por el Programa de las Naciones Unidas para elDesarrollo (PNUD) de la ONU.
Iman Ghaleb Al-Hamli es considerada una de las mujeres más influyentes en 2020 por la BBC. Gracias a que ha inspirado un cambio positivo en las zonas rurales de Yemen.
La lista, elaborada por la cadena pública británica, incluye a la Primera Ministra de Finlandia, Sanna Marin, la actriz Michelle Yeoh. Y la actriz y activista estadounidense Jane Fonda.
El objetivo de la yemení y otras mujeres a las que ha inspirado es desarrollar una gran planta solar que preste servicio a los 3,600 hogares en su distrito.
Mujeres de Yemen usan la energía solar a su favor
A sus 35 años, esta emprendedora, que vive en una zona rural del norte del país, dirige a un grupo de mujeres que instalaron una planta de energía solar que proporciona electricidad a los habitantes de su aldea.
Iman también ha inspirado a otras mujeres en Yemen. Orgullosa, pone el ejemplo de Zahra: “A mi amiga Zahra la convencí para que instalara el sistema de energía solar en su casa y que comprara una batidora eléctrica para fabricar incienso y después venderlo. Ahora mismo tiene ingresos que le permiten salir adelante a ella y a su familia”.
Otro ejemplo es el de Faleha que, gracias a la energía solar en Yemen, ha logrado comprar una máquina de coser y vender ropa para poder ayudar a sus padres que son mayores. Y viven lejanos en una cabaña.
Los estragos de la guerra en Yemen
La guerra de Yemen es considerada como la mayor crisis humanitaria del mundo, en gran medida por los estragos de este conflicto.
La guerra estalló en 2015 y se ha cobrado más de 377 mil víctimas, según concluye el PNUD en un informe. Que también ha hecho un recuento de 154 mil fallecidos directamente por situaciones de combate y violencia.
Al mismo tiempo, otros 223 mil, casi el 60% del total, han perdido la vida por causas indirectas. Es decir, por los estragos sociales derivados de la guerra.
La ONU calcula que una de cada cuatro personas en Yemen ha perdido su empleo y la mayoría de la población vive en la precariedad laboral y sin recursos para cubrir sus necesidades básicas.
Por eso, Haddi tiene claro que los beneficios de la planta de energía solar en Yemen servirán para “dar préstamos fáciles de devolver“. Para que las mujeres que trabajen con ella puedan abrir sus pequeños negocios.
“Esto generará nuevas oportunidades de empleo y ampliará los servicios disponibles en la comunidad”, insiste. “No soy la única mujer que tiene ambiciones y quiere luchar pese a vivir en un país devastado”.
Ella misma dice que conoce a muchas jóvenes que sueñan con emprender y ser independientes en una sociedad muy conservadora. Pero sobre todo, que puedan conseguir vivir en un contexto seguro y sin amenazas.
Sin duda, casos como el de estas mujeres en Yemen apostando por la energía solar son un ejemplo de resiliencia y de resistencia, en medio de conflictos sociales y del cambio climático. ¿Conoces otro caso así de inspirador?
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