Ser nuestros peores enemigos es más común de lo que creemos. Detecta si es tu caso con estas señales que te podrían decir si sufres de autoboicot.
¿No puedes perder esos kilos extra? ¿Te quedas a medias con tus proyectos? ¿Ya te rendiste con el hábito de leer? Meternos solitos el pie es un acto, a veces, inconsciente. De hecho, es innegable que lo anterior ha formado parte de nuestra vida al menos en una ocasión incluso de forma automática. No obstante, y aunque estemos conscientes de que lo hacemos, dejamos ir las señales de autoboicot y continuamos en una extraña zona de confort.
Esto lastima nuestra tranquilidad, frena nuestra plenitud y nos impide llegar a donde queremos. Si te identificas con todo esto y quieres detectar las señales de autoboicot, duela o no, lee lo siguiente.
1. La soberbia te invade a la mera hora
Creer que siempre tienes la razón es una de las señales de autoboicot que menos detectamos. Cuesta trabajo aceptar que nos equivocamos y que los demás pueden, también, contribuir con sus ideas.
Esto provoca que no escuchemos puntos de vista diferentes que podrían retroalimentar nuestras decisiones o marcar aquello que no hacemos del todo bien. Y así, la perspectiva se nubla.
2. Procrastinar a más no poder: de las señales de autoboicot más comunes
No acabaste ese libro; dejaste el trabajo para el domingo en la noche; te levantaste tarde y decidiste NO hacer ejercicio. Ouch. ¡Qué manera de ejercer el autoboicot!
No tener un horario establecido, evitar la organización de tus tiempos y poner pretextos para no hacerlo provoca que, al final, quedes mal con algo. ¿Lo triste? Que ese “algo” puedes ser tú mism@.
La procrastinación es un círculo vicioso: mientras más pierdes el tiempo, menos competente te sientes, y terminar por no hacer nada.
3. All by myseeeelf…
No estamos cantando a Céline Dion…. estamos diciendo que a veces, al querer hacer “todo por nuestra cuenta” corremos el riesgo de enfocar nuestra atención solo en una determinada tarea; esto provoca que olvidemos que somos seres multifactoriales; somos personas, amigos, parejas, hijos, deportistas… Y desgastarnos por no confiar en los demás también es una de las señales de autoboicot.
El mayor beneficio de delegar responsabilidades es que te queda más tiempo para ti y para cumplir con todo eso que muchas veces postergas al no compartir. Además, hay algunos sueños que, si los haces con ayuda, puedes descubrir que salen mejor. ¡El trabajo en equipo es lo de hoy!
4. Te victimizas constantemente
“Tengo mala suerte”. “No nací con estrella”. “Le caigo mal a la gente”. Si te suenan estas frases, posiblemente es una de las otras señales que eres fan del autoboicot.
Este tipo de pensamientos te hacen autocompadecerte, lo cual te dan pretextos inconscientes para autoboicotearte. La dieta es el mejor ejemplo. “Nadie me quiere, entonces me voy a comer ese pastelito para sentirme mejor”. ¡Error!
Antes de caer en victimizaciones, asume las responsabilidades que te corresponden. Se llama crecer, ser adultos, y no, no es fácil, pero las carencias existen para solucionarlas; está en ti salir de la zona de confort, pero con pretextos, ¡no lo lograrás!
5. Tienes el Síndrome del impostor
Sí, este síndrome es una de las señales del autoboicot. Se trata de no tener la capacidad de reconocer tus propios logros. O de sentir que no te mereces triunfar en ningún ámbito porque “eres poca cosa”. A diferencia de la victimización, aquí tú tienes la culpa de todo, y no los demás.
Esto es supergrave, pues implica autodemeritación, falta de motivación, exceso de estrés e incluso, depresión. Lo importante aquí es subir esa autoestima, buscar ayuda y aprender a reconocer frente al espejo la persona increíble que eres y todo lo que has logrado.
Si tienes una o más señales del autoboicot, te recomendamos buscar una terapia psicológica que te guíe para cumplir tus metas y evitar que la sigas pasando mal. ¡Tú puedes!
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