¿Te ha pasado que después de comer sientes un ataque de sueño? Quizás necesitas dormir una siesta y la ciencia lo respalda.
Casi a todos nos han enseñado que para ser productivos no hay que parar nunca y hacer cada vez más cosas para demostrar lo responsables que somos. La hora de la siesta es aún un tabú en cuestiones laborales pues debemos estar activos prácticamente todos los días a todas horas. Sin embargo, la ciencia ha revelado que la siesta es una necesidad básica que debemos agregar a nuestra lista de prioridades.
En lugares como Francia, el rush de la vida cotidiana se detiene a la hora de la comida, incluso en algunos pueblos de México. En España la siesta es una costumbre muy común, pero también existen otros lugares en donde si te ven dormir durante el día podrías ser tachado de flojo o irresponsable.
De acuerdo con diversos estudios, la siesta es esencial para recargarnos de energía. En oficinas como Google en Nueva York o en la sede de Huawei en Shenzen ya se aceptó que los empleados duerman un rato. Esta medida ha ayudado a aumentar su productividad, según reporta El País.
“Dentro de nuestro cerebro hay un pequeño grupo de células que son nuestro reloj biológico, es el núcleo supraquiasmático del hipotálamo”, dice el doctor Eduard Estivill, director de la Clínica del sueño Estivill. “Está programado para que durante 24 horas, tenga dos momentos de necesidad de sueño”.
Es decir, nuestro cuerpo está programado para tener dos momentos de descanso, la primera, es la de dormir por las noches de entre siete y ocho horas diarias. La segunda, que llega unas ocho horas después de levantarnos, es una necesidad más corta que responde al ritmo del cuerpo, ese sueño corto es la siesta.
Cuando sientes cansancio después de comer o por la tarde, es una señal de tu cuerpo avisando que necesita recargarse para poder continuar. El neurocientífico Matthew Walker, dice que no dormir la siesta podría robarnos algunos años de vida. La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard realizó un estudio para descubrir las consecuencias de no tomar la siesta.
Hallaron que eliminar la siesta de mitad del día aumentaba el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en un 37%, del 60% de las personas que trabajaban. Si a esto le sumamos dormir tarde y despertar temprano y pasar el día entero trabajando, es una bomba de tiempo. En tiempos de estrés, dormir la siesta puede ser especialmente necesario.
La siesta es una necesidad biológica, según explica Walker. El sueño que sentimos es un mensaje de nuestro cuerpo en el que te pide descansar un poco. Pero ¿sabemos cuánto dura la siesta ideal? No tiene que ser de ocho horas, la siesta es un periodo muy corto de sueño. Con 20 o 30 minutos será suficiente para entrar en una fase de sueño profundo y recargar baterías.