En 2020, los estadounidenses gastaron 9,300 millones de dólares en todo tipo de cirugías plásticas. ¿Son las redes sociales las responsables?
Tal vez has visto en redes sociales como Instagram y TikTok un aumento en la cantidad de videos sobre cirugías plásticas, o sobre el antes y el después de varias celebridades. No es al azar: se trata de uno de los contenidos que más consumen hoy en día las personas.
En TikTok, la etiqueta #plasticsurgery (cirugía plástica) tiene más de 6,800 millones de visitas. En Instagram, hay cuentas como @celebplastic, @celebrityplastics, @celebbeforeafter dedicadas exclusivamente a imágenes de celebridades de antes y después de supuestas intervenciones con bisturí.
Esto, en parte, puede explicar por qué los estadounidenses gastaron 9,300 millones de dólares en procedimientos estéticos durante 2020, un aumento en comparación con los 8,200 millones de 2019, según la Estetic Society.
Operarse para parecerse más al efecto que nos dan los filtros de redes sociales se ha convertido, por increíble que parezca, a la primera razón por la cual las jóvenes acuden con un cirujano plástico. La segunda razón es para poder presumir su cambio en las redes y tener millones de views.
Operarse para la selfie
Herluf Lund, cirujano plástico certificado en Chesterfield, Misuri, compartió su testimonio en un reciente artículo de The New York Times. En él, da cuenta de cómo hace 30 años sus pacientes se hacían cirugías plásticas en secreto.
Hoy, los pacientes quieren hacerse cirugías plásticas para poder presumir su antes y después, o bien por el simple hecho de gritarle al mundo sus nuevos cuerpos y rostros.
“Ha sido una transformación de 180 grados comparado con cuando empecé mi carrera. Ahora, los pacientes esperan que tomemos fotografías, y quieren publicarlas”, dijo Lund.
Aunque parezca algo tan obvio de tan acostumbrados que estamos a ver estos videos, el testimonio del Dr. Lund es muy revelador: las redes sociales cambiaron nuestra forma de ver las cirugías plásticas.
Lara Devgan es cirujana plástica certificada en la ciudad de Nueva York. En su cuenta de Instagram tiene más de 500 mil seguidores y 33 mil en TikTok. En ambas cuentas, publica videos de los procedimientos que realiza y cómo es la recuperación para cada uno.
Devgan también comentó a The New York Times que, gracias al impacto de las redes sociales, las cirugías plásticas están desmitificándose. Ahora las personas piensan que es bastante más accesible de lo que antes creían.
Obsesionados con las cirugías plásticas en las redes sociales
Aunque las redes sociales han contribuido a aumentar el furor por las cirugías plásticas, varios hay quienes apuntan a que todo comenzó con el reality show Las Kardashian, donde no era extraño ver a las hermanas inyectándose bótox.
Algunos analistas creen que este tipo de programas influyen en millones de personas por un sentido de estatus: si ellas pueden, por qué yo no. Las cirugías estéticas se han vuelto un objeto de deseo aspiracional para gente de todas las edades.
Cada vez menos, los procedimientos estéticos están relacionados con un asunto de “autocuidado”. Hasta hace unos años, era común ponerse bótox para verse más joven, pero ahora gente joven lo pide por el simple hecho de que parecerse a sus celebridades favoritas.
Por todo eso y más, no es raro que a esta generación algunos le llamen la Generación Botox, una que está dispuesta a gastar mucho dinero en el quirófano. O bien, gastar horas enteras de su día viendo el carrete interminable de videos en sus redes sociales.
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