Recorrer miles de kilómetros en carretera o avión no es lo más eco; pero puedes compensar con estas acciones de un viajero ecoamigable.
No cabe duda, el avión es el medio de transporte que más contamina, en segundo lugar está el coche, seguido de la moto y terminando con el tren. ¿Quieres ser un viajero ecoamigable? Checa estos números que te harán replantear tu próxima salida.
Empecemos por lo importante, hablemos de las cantidades de CO2 que cada viajero o pasajero representa por kilómetro, de acuerdo con el medio de transporte en el que se mueva:
AVIÓN: 285 gramos
COCHE: 104 gramos
MOTO: 72 gramos
TREN: 14 gramos
Para poner un ejemplo, tomemos este estudio realizado por el diario español NIUS: “En un vuelo de Madrid a Barcelona la huella de carbono de una persona es de 150 kilos de CO2 por trayecto. En una ruta Madrid-Chicago cada pasajero sería el responsable de la emisión de 1.020 kilogramos de CO2 a la atmósfera”.
Y para que sea más sencillo visualizar dicho impacto, checa:
Por cada tonelada de CO2 emitida se derriten 3m² cuadrados de casquete Polar Ártico, ¡por pasajero!
Así puedes recorrer el mundo de manera ecoamigable
Sí hay maneras de contrarrestar esos gramos de CO2 que son “inevitables”, finalmente, a todos nos gusta viajar y nos hace felices. Dejarlo de hacer no es una opción, pero sí puedes considerar estas acciones para tus próximos viajes:
- Llegando a tu lugar de destino, procura hacer recorridos a pie o en bici, en los trayectos que puedas. Esto además te permitirá conocer mejor la ciudad.
- Si tienes la oportunidad de viajar en tren, ¡hazlo! Este es uno de los medios más sustentables, además, de que la experiencia seguro será extraordinaria.
- Elige hoteles que tengan prácticas sustentables, como aquellos que utilizan agua de lluvia, tienen paneles solares, etc.
- Además, procura generar el menos gasto de luz –evita el aire acondicionado si es posible– y agua: utiliza la misma toalla y pide que no cambien tus sábanas mientras estés ahí. Y sí, ya sabemos que las tinas son tentadoras, pero en algo hay que ceder.
- Lleva botella de agua rellenable… nada de plástico de un solo uso.
- Evita imprimir todo lo que sea posible, afortunadamente los códigos QR han facilitado mucho, así que basta con llevarlos en tu celular.
- Procura no elegir actividades que involucren alterar la biodiversidad, por muy bonito que sea, no hay garantía de que no exista explotación animal.
- Lleva tu termo, servilletas de tela e, incluso, tus jabones y productos de ducha eco-friendly también ayudarás mucho a que tu viaje sea sustentable.
- Visita los mercados locales de alimentos, esto garantiza que no han sido trasladados grandes distancias, por lo tanto, menos CO2 generado.
La vergüenza de volar y Con los pies en el suelo
Aunque no lo creas, existe gente que se niega a viajar con (al menos en avión) tal de evitar la expansión del sector de la aviación y así disminuir el daño ambiental que esto genera.
Uno de estos grupos nació en Suecia, su nombre es Flygskam (la vergüenza de volar); otro de ellos se originó en Reino Unido:Stay Grounded (con los pies en el suelo).
Incluso, existe actualmente un término denominado Flygskam que viene de Flight shame, el cual se refiere a no solo la “vergüenza” o sentimiento de culpa de usar el avión, también a un movimiento que surgió en 2018 en Suecia con la idea de concientizar a la gente sobre su huella de carbono.
El término contrario a esto es Train brag. De hecho, Greta Thunberg se ha negado a tomar un avión desde el 2015, lo que generó el movimiento ‘train-bragging‘, desde entonces únicamente se transporta en trenes y un yate de energía solar de 60 pies.
No importa cómo elijas viajar, siempre y cuando te comprometas a realizar acciones que minimicen el impacto ambiental, ser un viajero ecoamigable es sencillo, sólo se necesita comprometerse.
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