El Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH, es la epidemia que más golpea a África subsahariana al disminuir la esperanza de vida.
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH, es la epidemia que más golpea a África subsahariana. Del 37.9 millones de personas con VIH que existen en el mundo, cerca del 70% viven en este continente. De acuerdo con ONUSIDA, esta enfermedad reduce la esperanza de vida de los africanos en más de 20 años, ralentiza el crecimiento económico y aumenta la pobreza en los hogares. Sin embargo, esto podría terminar gracias a una vacuna experimental que evita los contagios en el sector que más golpea en África, es decir, las mujeres.
El Instituto Wits de Salud Reproductiva y VIH (WRHI) de Sudáfrica anunció que ensayos clínicos de una inyección de Cabotegravir, usada contra el VIH y aplicada cada dos meses, puede prevenir el contagio del virus en mujeres con una eficacia del 89%.
“La respuesta ha sido entusiasta. Se trata de una opción adicional de prevención contra el virus del VIH que encaja en la vida de las mujeres”.
“Es un método superior porque recibir una inyección cada ocho semanas es algo sencillo, discreto, que además elimina el estigma social de vivir rodeada de píldoras”.
Actualmente, el tratamiento contra el virus en África consiste en Profilaxis Preexposición (PrEP), que implica tomar una pastilla a diario por el resto de la vida.
Ahora, las mujeres tienen la opción de vacunarse cada dos meses.
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Los ensayos clínicos del Cabotegravir
Para comprobar la eficacia del Cabotegravir, los científicos vacunaron a 3 mil 200 mujeres de entre 18 y 45 años con riesgo de contraer VIH en zonas como Botsuana, Kenia, Malaui, Sudáfrica, Esuatini, Uganda y Zimbabue.
De las 3 mil 200 mujeres, solo cuatro se infectaron de VIH, en comparación con 34 contagios en mujeres que tomaron diariamente PrEP.
Los resultados, además de evitar los contagios, también haría más cómoda la vida de las mujeres al permitirlas seguir con su vida sexual.
“Al igual que con una vacuna contra la COVID-19, ahora debemos trabajar para garantizar que estas inyecciones que pueden cambiar la vida (de las mujeres) sean accesibles, asequibles y se distribuyan de forma equitativa”.
No es la primera noticia en el año que habla de esperanza relacionada con el virus del Sida. En julio, luego de un tratamiento extenso, un paciente de VIH no presentó más signos de la enfermedad en su cuerpo.