En los próximos años, podremos sintetizar las encimas en el estómago de las vacas para reducir la cantidad de plástico en el mundo.
Un grupo de investigadores en Austria tal vez haya encontrado una solución al problema de la contaminación por plástico: las vacas. Y, más específicamente, los microbios que se encuentran dentro de sus estómagos.
Investigadores de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida en Viena (BOKU), el Centro Austriaco de Biotecnología Industrial y la Universidad de Innsbruck encontraron que los plásticos se descomponen al entrar en contacto con el rumen, la materia que se encuentra en la mayor parte del estómago de las vacas.
Los microbios y las enzimas que se encuentran en el rumen pueden descomponer los plásticos comunes, entre ellos los que se usan en bolsas, botellas, textiles y empaques de alimentos, según los investigadores.
El estudio, que se publicó en la revista científica Frontiers el viernes y en él se analizaron muestras de rumen de vacas alpinas en un matadero en Austria.
Los investigadores probaron el efecto del rumen en tres tipos de plástico: el tereftalato de polietileno (al que se conoce comúnmente como PET), el tereftalato de adipato de polibutileno (PBAT) y el furanoato de polietileno (PEF).
Así se recrearían las enzimas de las vacas para degradar el plástico
Las enzimas logran descomponer plástico con un espacio de entre uno hasta tres días, bajo una temperatura aproximada de 40ºC al interior del estómago.
Con esta información, aseguran los científicos, es probable que pueda generarse tecnología que degrade estos materiales en el futuro cercano.
Esto es porque los estómagos de las vacas ya están “entrenados” para descomponer plástico y otra materia dura de procesar. Esto incluye a la cutina vegetal, una sustancia cerosa que se encuentra en las plantas, incluido en cáscaras de manzana y en las bayas.
La cutina es un poliéster no idéntico, pero similar al PET (el tipo de plástico más común, que se encuentra en bolsas y envases de alimentos).
Los responsables del estudio dijeron que se necesita más investigación, pero que los hallazgos en las vacas son significativos porque podrían ayudar a encontrar una solución para degradar plásticos que de otro modo serían difíciles de reciclar.
La investigación sobre cómo afectan al plástico los microbios y las enzimas ya es un campo de estudio, dijo, pero cree que el posible rol que pueden jugar las vacas no se había explorado hasta el momento.
Acabar con los plásticos en el mundo
Se estima que hay 14 millones de toneladas métricas de microplásticos en en el fondo de los océanos. Incluso se llegó a encontrar plástico en el intestino de un invertebrado pequeño en una isla remota de la Antártida en el año 2020.
El profesor Richard C. Thompson, jefe de la Unidad Internacional de Investigación de Basura Marina en la Universidad de Plymouth, Inglaterra, declaró a CNN que usar microbios de vacas es novedoso, pero que el concepto más amplio de degradar plásticos utilizando materia orgánica no es nuevo.
“La mayoría de los plásticos convencionales son muy resistentes a la biodegradación y eso, por un lado, genera un beneficio. Pero el desafío es lo que sucede cuando terminas de utilizar el artículo, y ahí es donde la biodegradación entra a menudo como parte de la respuesta”, explicó.
No se trata de hacerle daño a las vacas, sino de aprovechar ese superpoder dentro de sus estómagos, crear una solución sintética y poner fin al problema del plástico el mundo. Suena muy prometedor, ¿no crees?
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