Aunque muchos países han dado pasos agigantados en temas de derecho por los animales, todavía nos queda un largo camino por recorrer para defender sus vidas como se debe.
Por medio de esta lectura quiero invitarles a reflexionar sobre un tema crucial que no solo afecta a los animales, sino que también define nuestra humanidad: la liberación de animales de la industria ganadera y sus derechos. Como activista antiespecista, siento la responsabilidad de amplificar las voces de los animales y compartir con ustedes una visión de esperanza y cambio.
Activistas en México y otras partes del mundo nos inspiran con su lucha, quienes, enfrentando la adversidad, se adentran en granjas industriales en busca de alivio y liberación para los seres que padecen en silencio. Aunque estos actos puedan parecer arriesgados, son un recordatorio de que cada una de las personas pueden marcar una diferencia, incluso en el sistema aparentemente inquebrantable de la industria alimentaria.
Es hora de una liberación animal
En México, no estamos ajenos a la problemática de la explotación animal. Nuestra cultura y tradiciones están entrelazadas con el uso y consumo de animales. Sin embargo, es hora de cuestionar y replantear estos paradigmas. Diferentes organizaciones trabajan incansablemente para generar conciencia sobre los derechos de los animales y promover alternativas éticas y sostenibles. Por medio de investigaciones encubiertas y liberación de animales en granjas y mataderos.
La industria cárnica en México es una realidad que no podemos ignorar. Datos recientes muestran que México es uno de los principales productores y consumidores de carne en el mundo. Millones de animales viven en condiciones inhumanas, confinados en espacios mínimos, sometidos a un sufrimiento innecesario. Si bien la demanda de carne continúa creciendo, también lo hace la necesidad de cuestionar y cambiar nuestros hábitos alimenticios.
El concepto de “liberación animal” ha tomado fuerza en diferentes países, impulsado por el ejemplo de valientes activistas que desafían las prácticas de la industria. Organizaciones a nivel mundial han comenzado también a realizar investigaciones encubiertas, exponiendo la realidad detrás de granjas y mataderos. Estas acciones no solo son un llamado de atención, sino también un llamado a la empatía y la compasión. En México, la organización Igualdad Animal ha realizado varias investigaciones que te harán cuestionar tus hábitos de consumo.
Mayor conciencia en el impacto ambiental
México también es testigo de un aumento en el interés por una alimentación vegana y consciente. Las ciudades más grandes del país albergan una creciente cantidad de restaurantes veganos y opciones libres de productos de origen animal. Esto no solo refleja un cambio en los hábitos alimenticios, sino también una mayor conciencia sobre el impacto ambiental y ético de nuestras elecciones.
En cuanto a la legislación, México ha dado pasos hacia adelante. Algunos estados han implementado leyes que prohíben la experimentación en animales para fines cosméticos, y la discusión sobre el reconocimiento de los derechos de los animales sigue creciendo en el ámbito público. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer.
Mi experiencia personal como mujer vegana antiespecista en México me ha enseñado que cada elección que hago puede tener un impacto. Cada vez que elijo una opción vegana, estoy votando por un mundo más justo y compasivo. Cada vez que comparto información sobre los derechos de los animales, estoy sembrando semillas de cambio en la mente de otros.
Les invito a investigar, a cuestionar y a tomar decisiones informadas sobre su alimentación. Cada pequeño cambio suma, y juntos podemos construir un futuro en el que los animales sean respetados y protegidos. Desde Generación Vegana tenemos desafíos gratuitos para que las personas se registren y puedan cambiar su alimentación por 7 días.
La liberación animal y los derechos de los animales son temas que nos desafían a todas las personas. No es suficiente ser conscientes de la explotación animal; debemos actuar en consecuencia. Al igual que todos esos valientes activistas que ingresan en granjas industriales, mataderos en busca de la verdad y de poder liberar a unos cuantos, todos tenemos la capacidad de contribuir al cambio. Así que les instó a unirse a esta causa y a construir un México donde ningún animal tenga que sufrir por ninguna razón.
Sobre la autora
Jessica González Castro, autora de esta columna, es Directora en México de Generación Vegana (Gen V), organización sin fines de lucro. Estudió la licenciatura en Administración de Empresas de Hospitalidad en la Universidad del Valle de México. Es fundadora del primer centro comunitario vegano en México, Casa Animal. Y emprendedora social de diferentes proyectos veganos.
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