Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tienen una meta clara que va de la mano con los objetivos sostenibles del Acuerdo de París, ¿pero lo conseguirán?
Todo evento deportivo, de la magnitud de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 genera toneladas de basura y desperdicio de alimentos. De igual manera, se consumen cantidades colosales de energía y agua en los estadios.
A través de varias iniciativas de sostenibilidad, el Comité Organizador de Tokio 2020 busca que “los Juegos se conviertan en los más ecológicos de la historia”.
Bajo el slogan “Ser mejores, juntos. Para el planeta y la gente”, recordamos algunas acciones que se han llevado a cabo, a fin de valorar si podrá cumplirse el cometido o si dichas medidas obedecen más a las necesidades de la pandemia que, en principio, orilló a que este magno evento se llevara a cabo sin espectadores.
Algunos objetivos ya cumplidos
- Se equipó la Villa Olímpica con camas individuales de cartón reciclable (en teoría también para evitar las relaciones sexuales entre atletas como precaución ante posibles contagios de Covid-19).
- Utilización de electricidad de fuentes renovables al 75%.
- Minimizar los residuos en las competencias.
- Medallas fabricadas con metales preciosos extraídos de productos electrónicos usados.
- Empleo de podios de plástico reciclado
- La antorcha olímpica tiene aluminio reciclado de la carcasa temporal empleada después del desastre de Fukushima (en Japón, en marzo de 2011)
Y por ahora, ¿en qué van?
Japón es uno de los principales emisores de carbono del mundo y el que miles de atletas vuelen en aviones hacia Tokio 2020 provocan una gran impacto ecológico.
Sin embargo, hasta el 29 de julio la huella de carbono iba por debajo del promedio estipulado, gracias a que se redujo la cantidad de asistentes y la cantidad de delegaciones deportivas.
La estimación oficial más reciente de la huella de carbono de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es de 2.73 millones de toneladas de CO2, más de lo que países como Montenegro emiten en todo un año.
Aún no llegan a la meta de utilizar el 90% de autos eléctricos para los desplazamientos entre estadios.
Tres acciones para que los Juegos Olímpicos sean más sostenibles
1. Reducir considerablemente la entrada de los asistentes al evento. Esto implicaría que se necesiten menos recursos, impactando en variables que van desde las emisiones de carbono hasta el desplazamiento de personas.
2. Rotar los Juegos Olímpicos entre las mismas ciudades. De esta manera la infraestructura necesaria ya existiría y se podrían realizar con una alteración social y ecológica mínima y con un coste mucho menor.
3. Mejorar la gestión de la sostenibilidad de Tokio 2020, a partir de un organismo independiente que desarrolle, supervise y haga cumplir normas de sostenibilidad creíbles.
De cualquier forma estaremos muy pendientes de los resultados finales de sus objetivos sostenibles, pues aún habrá competencias hasta el domingo.
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