Seguramente ya habías escuchado que ciertos sonidos pueden tener efectos curativos en nuestro cuerpo, pues el sound healing precisamente se trata de esto.
Sabemos que muchos sonidos pueden resultar relajantes (como las olas del mar o las campanas de viento), mientras que otros son francamente insoportables (como el claxon en un embotellamiento o el nuevo pasatiempo de violín de tu vecino).
Pero ¿pueden algunos sonidos realmente curarte? Aquí te contamos todo lo que tienes que saber sobre el sound healing.
¿Qué es el sound healing?
En resumen, es una práctica que utiliza vibraciones (gongs vocales o instrumentales, cuencos tibetanos y diapasones) para relajar la mente y el cuerpo.
Algunos expertos también creen que el sound healing puede aliviar ciertos padecimientos, como la ansiedad y el insomnio. Los curanderos de sonido, quienes utilizan distintos instrumentos para aplicar la técnica, dicen que funciona al reducir la presión arterial, mejorar la circulación y reducir la frecuencia respiratoria.
La ciencia tiene muy poca injerencia en el tema, sin embargo, tampoco ha demostrado lo contrario. Si bien hay muchos estudios sobre los beneficios de la música y la meditación en el bienestar mental y físico, pocos estudios clínicos a gran escala han analizado la curación con sonidos en particular.
¿Qué tiene de particular esta terapia ancestral?
Al igual que muchas otras prácticas de bienestar (meditación de atención plena, cristales y un largo etcétera), la curación con sonidos -o sound healing- está teniendo un momento importante últimamente. Pero en realidad ha sido utilizada desde tiempos ancestrales por culturas como los pueblos aborígenes de Australia y los monjes tibetanos.
Incluso, celebridades como Robert Downey Jr. y Charlize Theron son fanáticos de la curación a través de los sonidos. Y se ha notado un aumento significativo de esta práctica en Estados Unidos y algunos países de Europa como Reino Unido y España.
¿Qué debemos esperar del sound healing?
“En pocas palabras, alguien puede esperar sentirse muy tranquilo después de una sesión, con una profunda sensación de bienestar”, explica Jas Neal, de Tune Studio, en la ciudad de Nueva York.
“Asuntos que pueden haber parecido dramáticos o urgentes ya no tienen tanto peso como antes”, agrega.
Y si alguna vez has estado en una clase de kundalini yoga, entonces ya lo has probado (cantar es una forma de sanación con sonido). Las sesiones varían desde solo 15 minutos hasta varias horas y pueden realizarse con auriculares o en un estudio junto a otras personas.
Independientemente del tiempo y el lugar, el efecto debe ser el mismo: una sensación general de relajación, paz y satisfacción.
Entonces, ¿deberíamos intentarlo? ¡Claro! De hecho, algunas personas lo encuentran menos desafiante que la meditación porque el sonido mantiene su mente ocupada. Lo que facilita entrar en estados profundos de calma.
¿Se antoja no?
También lee: ¿Cómo iniciarte en el mundo de la Ayurveda?