La caza furtiva y el desarrollo humano son amenaza para los rinocerontes blancos del sur, que habitan sobre todo en Sudáfrica. Todavía no se han extinguido.
Extraordinarias noticias. Los rinocerontes blancos no se ha extinguido. Es más, su historia es un caso de éxito de conservación animal. Actualmente hay unos 21,000 ejemplares.
Aunque muchos lo daban por desaparecido de la faz de la tierra, los investigadores se sorprendieron gratamente cuando encontraron una población de casi un centenar de estos ejemplares. Era 1895 y estaban en Kwazulu-Natal, en Sudáfrica.
La caza furtiva para arrancar sus cuernos sigue siendo una grave amenaza para este animal en peligro. Todavía no hay que cantar victoria. Han sido clasificados como especie casi amenazada.
No han contado con la misma suerte los rinocerontes blancos del norte, que está casi extintos. El último macho, que se llamaba Sudan, murió en 2018. Solo quedan dos hembras en Ol Pejeta Conservancy en Kenia.
Amenaza de la caza furtiva
Como en el caso de otros animales, la caza ilegal es la peor amenaza. Sus cuernos son codiciados sobre todo en Vietnam y China. Se usan en la medicina tradicional y también para tallar esculturas. Tener estos cuernos en estas sociedades es señal de estatus y poder.
La caza furtiva y el comercio ilegal de cuernos de rinocerontes blancos forma parte de redes criminales organizadas. Sudáfrica, donde la mayoría de ellos viven, se ha estado enfrentando a una crisis de caza furtiva grave. El desarrollo humano y la pérdida de hábitat también son otras amenazas para el rinoceronte más grande que existe.
Legalizar comercio de cuernos
El comercio internacional de cuernos de rinocerontes blancos ha estado prohibido por la Convención de Comercio Internacional de Especies en Peligro (Convention on International Trade in Endangered Species, CITES), un tratado mundial que existe desde 1977.
Actualmente, hay un gran debate entre los científicos, los economistas, los funcionarios gubernamentales y otros especialistas sobre si legalizar el comercio internacional ayudaría a disminuir la caza furtiva.
En 2017, Sudáfrica aprobó la venta y compra de cuernos en el país. Pero no hay mucha demanda. Muchos rinocerontes blancos del sur en Sudáfrica viven en granjas privadas, donde se hacen esfuerzos para su reproducción, turismo fotográfico, caza legal y producción de cuernos. La reproducción en granjas de este tipo ha sido la razón del éxito de su conservación.
Los propietarios de rinocerontes blancos también luchan contra la caza furtiva. Gastan mucho dinero en seguridad privada para proteger a sus manadas. Ellos están a favor del comercio legal de cuernos de rinocerontes. Aseguran que esto les aportaría el dinero que necesitan para continuar luchando contra los cazadores furtivos.
Casi el 99% de los rinocerontes blancos viven en las sabanas de Kenia, Namibia y Zimbabue, aunque la gran mayoría se encuentra en Sudáfrica. Pueden vivir hasta 35 años en estado salvaje y 40 en cautiverio.
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