No hay mejor despertador que un perro, en eso coinciden todos los dueños de uno. Pero, ¿tienes idea de cómo ellos llevan su reloj biológico? ?
Seguramente te preguntas cómo es posible que tu mascota sepa a qué hora debe despertar y a qué hora debe acostarse. Pues así como tú, el reloj biológico de los perros se ve afectado por la luz y la oscuridad.
Sin saber leer la hora, un perro es capaz de conocer cuándo es el momento de pasear, jugar, comer o irse a dormir e incluso, a qué hora llegas a casa después del trabajo. ¡Sorprendente!
Y, si pones atención, hasta tú sabrás qué hora es tan solo con observar a tu perro y su comportamiento.
Los perros y el reloj biológico
Bien sabemos que para todos el tiempo es relativo, ya lo decía Albert Einstein; sin embargo, todos los humanos tenemos una percepción muy similar, esto gracias a la memoria, la predicción, conocimiento, historia personal. Es como hablar de una puesta de sol, todos podemos “predecir” cuándo y a qué hora es muy probable que suceda.
En el caso de los perros, ellos no ubican cuánto tiempo ha pasado entre una actividad y otra, sin embargo, reaccionan a un estado biológico que llega en momentos particulares y específicos durante el día. Esto puede depender a cambios en sus niveles de hormonas, la luz del sol, temperatura del ambiente y corporal, además de la actividad neuronal de cada día.
A esto, se le conoce como ritmo circadiano, un ciclo de aproximadamente 24 horas en el cual sus procesos fisiológicos responden a diversas señales o estímulos.
Es con este ritmo que ellos asocian eventos particulares y mantienen un registro para así conocer en qué momento deben comer, jugar, etcétera.
La relación entre la nariz y su conocimiento del tiempo
El olfato es uno de los sentidos más relevantes e importantes para los perros, tanto así, que en la pirámide del bienestar de un perro, en la base se encuentra olfatear.
Pero, ¿cuál es su relación con el reloj biológico? Conforme el perro crece, el perro registra y reconoce cambios en el ambiente que le permiten detectar el paso del tiempo y reconocer situaciones a realizar.
Claro que sumado a todo esto, ellos son buenos observadores, así que entienden cuando estás preparándote porque llegó el momento de irte. Así como es probable que los fines de semana despierten más tarde porque tu rutina así lo permite.
El reloj biológico de los perros es casi tan exacto como el que llevas en tu muñeca, así que no intentes retrasarlo, él conoce el momento perfecto para todo.
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