Alrededor del 13% de la población mundial vive con alexitimia, lo cual es un trastorno que radica en la incapacidad de reconocer y expresar emociones.
A veces nos cuesta trabajo reconocer nuestras emociones, pero hay personas para las que esto es un verdadero problema. A este problema se le conoce como alexitimia y es más común de lo que podrías imaginarte.
La alexitimia (que en griego significa “sin emociones para las palabras”) es una alteración en la capacidad de expresar emociones, lo que dificulta o a veces impide a las personas identificar sus propios sentimientos.
Esta condición es bastante común: se estima que el 13% de la población sufre de alexitimia y los hombres tienen el doble de probabilidad de padecerlo que las mujeres, según un artículo de Psychology Today.
La alexitimia no solo causa problemas para saber cómo te sientes, sino que también cómo se sienten los demás. Esto puede provocar ansiedad social, ya que nos hace parecer indiferentes a los problemas o chistes de las otras personas.
Alexitimia: ¿relacionada con daños cerebrales?
El psiquiatra Peter E. Sifneos, profesor en la Escuela de Medicina de Harvard, introdujo este concepto en 1976. Sin embargo, desde entonces se han encontrado pocos resultados sobre los orígenes de la alexitimia.
Lo que sí sabemos es que puede haber dos tipos de alexitimia: como una característica congénita y como resultado de un daño cerebral. La alexitimia congénita es una anormalidad genética que dificulta la capacidad de sentir y expresar emociones y empatizar.
Cuando es resultado de un daño cerebral, dicho daño sucede en la ínsula anterior, el área responsable de las respuestas sensoriales y motoras viscerales.
Esto es importante identificarlo, pues en ningún caso la alexitimia debe considerarse un trastorno mental. Generalmente, se utilizan pruebas psicométricas para identificar la alexitimia; como la Escala de Alexitimia de Toronto 20.
Dependiendo del resultado de tu evaluación inicial, se puede sugerir una resonancia magnética para evaluar cualquier daño en el cerebro.
¿Cuáles son los síntomas de la alexitimia?
Una persona con alexitimia no puede contestar a la pregunta ¿cómo te sientes? Las personas con este padecimiento describen que es como tener la mente en blanco cuando les hacen estos cuestionamientos.
Es importante aclarar que una persona con alexitimia no es alguien sin sentimientos, ni una persona fría. Es una persona que puede ser incluso muy sensible, pero a nivel cerebral hay una desconexión para poder identificar esas emociones.
Por eso mismo, la alexitimia está fuertemente relacionada con episodios de ansiedad, por lo que se presentan síntomas físicos repentinos e impredecibles como taquicardia, dificultad para respirar y dolor corporal, sin tener claro por qué.
También, es común que estas personas tengan falta de motivación y problemas de identidad. Y no es para menos: la alexitimia impide disfrutar de cualquier momento, por más grande y evidente que pueda parecerle a los demás.
Esto hace que las personas con alexitimia se aíslen y prefieran no enfrentarse a los problemas de socialización que derivan de esta condición.
Por último, se sabe que la alexitimia está relacionada con algunos trastornos como la depresión, abuso de sustancias, trastornos de alimentación y trastornos obsesivo-compulsivos. Investigaciones indican que hasta 41% de las personas con estrés post traumático son propensas a desarrollar alexitimia.
Así es como puedes mejorar tu calidad de vida
El tratamiento de la alexitimia debe ser personalizado. El primer paso hacia la sanación es guiarte para identificar y expresar tus sentimientos, o lo que también se conoce como alfabetización emocional.
En ello, la terapia dialéctica conductual puede ayudarte a desarrollar la autoconciencia junto con las habilidades de regulación emocional. Los especialistas sugieren evitar otro tipo de terapias como el psicoanálisis, que requieren, precisamente, de saber identificar emociones.
Por tu cuenta, puedes reconocer tus emociones practicando con un diario o inscribiéndote en clases de artes expresivas (como actuación, danza, arte, música o terapia de movimiento). También, escuchando música emotiva e incluso leyendo ficción.
Lo que los especialistas dejan claro es que, al no ser una enfermedad, la alexitimia no es algo que se cure. Se trata, más bien, de un proceso para encontrar tu sensibilidad debajo de todas esas ataduras para poder reconocer tus emociones.
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