Este pequeño animalito es fundamental para la superviviencia humana (entre otras cosas), ¿te imaginas lo que pasaría si desparecen? Reflexionemos un poco…
Las abejas no solo hacen miel. Hacen algo esencial para la diversidad de las plantas en el mundo: la polinización. Su preservación y la de su hábitat nos beneficia a todos.
Por ello, la extinción de abejas y abejorros tendría un serio impacto en nosotros. De entrada se reduciría nuestra capacidad de producir alimentos. Entre muchas frutas, hortalizas y frutos secos, se calcula que la tercera parte de los alimentos que consumimos dependen de la polinización de estos insectos.
¿Qué pasaría si desaparecen las abejas?
Se provocaría una auténtica crisis alimentaria. Cerca de un 84% de los cultivos comerciales depende de la polinización que realizan. Además, la mitad de las especies de plantas y el 75% de los productos que consumimos los humanos (incluida la carne), desaparecerían.
¿Por qué están a punto de la extinción?
La Comisión para el Control de la Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (EFSA) confirmó que la causa de la muerte en masa de las abejas en Europa es concretamente por el uso de un tipo particular de fertilizantes, llamado neonicotinoides.
La mezcla de sustancias interfiere en los circuitos de aprendizaje del cerebro de los insectos. Los vuelve más lentos a la hora de aprender o se olvidan por completo de asociaciones básicas para su supervivencia. Las abejas mueren porque no son capaces de alimentarse.
El ácaro Varroa es uno de los mayores enemigos de las abejas y uno de los mayores causantes de su desaparición. Se trata de un parásito externo que invade al insecto y se alimenta de su sangre y, además, transmite al resto de la colmena virus letales como el del ala deformada. Este ácaro se ha extendido prácticamente por todo el mundo, salvo en Australia.
El cambio climático agrava la situación porque altera la floración y cantidad de plantas por las épocas de lluvias, que afecta a la cantidad y calidad del néctar.
Soluciones para preservar a las abejas
En algunos países como Bruselas, ya se ha vetado el uso de pesticidas.
En cuanto a la eliminación del ácaro Varroa, hay que esperar a ver la eficacia que tienen los nuevos proyectos desarrollados con cepas de bacterias para combatirlo.
La Universidad de Pensilvania lo combate con ácido fórmico y la Universidad de Mar de Plata con aceite esencial de toronja, ambos con resultados positivos. Y desde nuestro lado, tengamos cuidado con las abejas, ¡no las mates ni las molestes!
¡Las necesitamos!
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