¿En qué piensas mientras tienes sexo?, ¿sientes todo… o estás pensando en trabajo? Conoce cómo el mindfulsex te conecta con tu pareja.
Hemos escuchado mucho sobre el mindfulness, donde todo se trata de escucharte, entenderte y atenderte… entonces, ¿será que el mindfulsex aplica igual pero en el sexo? ¡Descúbrelo!
La mente no para, ni cuando duermes, todo el día está en constante funcionamiento, por lo tanto, ponerla en blanco es prácticamente imposible, pero lo que sí puedes hacer es aprender a dirigirla.
De acuerdo a información del sitio Devermut, en una encuesta realizada a más de 30 mil personas, el 82% ha tenido pensamientos intrusivos durante la relación sexual. Es decir, pensar en cualquier otra cosa menos en el sexo.
A mayor distracción cognitiva menor excitación y placer
Algunos de estos pensamientos intrusivos recurrentes son:
– Tareas del hogar
– Trabajo y pendientes
– Sobre la relación
– Expectativas sobre lo que se esperaba que fuera
– Inseguridades sobre el cuerpo
Por otro lado, National Center for Biotechnology Information, comparte que los hombres tienen en mayor frecuencia pensamientos sobre expectativa, mientras que las mujeres sobre sus cuerpos.
Sin embargo, las mujeres que mostraron una mayor distracción durante la actividad sexual reportaron una satisfacción sexual relativamente más baja, orgasmos menos intensos y una mayor incidencia de orgasmos fingidos.
Entonces, ¿de qué trata el mindfulsex?
El mindfulness hace referencia a vivir el aquí y ahora, por supuesto que en el caso del mindfulsex es lo mismo pero enfocándonos en el ámbito sexual.
El placer se vive a través del cuerpo, involucra a los 5 sentidos: tus sentidos. Entonces, ¿por qué dejar que sea únicamente la otra persona quien estimule tu deseo?
Mindfulsex se trata de profundizar en tu deseo o placer sexual, abrir la mente y dejarte llevar por la experiencia para así lograr que cada una sea nueva y única. Si sientes que no puedes detener tu mente, enfócate en lo que está sucediendo, escucha la respiración de la otra persona, escucha la tuya. Siente las manos y los besos. Sigue con la mente lo que pasa, sin cuestionar ni juzgar.
Enfocarte solo y únicamente en lo que está sucediendo y dejarte llevar por el deseo, podría ayudar a tener mayor rendimiento y hasta prolongar la llegada de la eyaculación.
Además, te ayudará a sentir mayor conexión, relajación no sólo durante el sexo, sino en toda la relación de pareja.
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