El cambio climático efectivamente sí está provocando olas de calor mucho más extremas, y esta situación también nos puede ocasionar un problema de salud.
Una ola de calor extrema, también llamada Canícula, ocurre cuando las temperaturas son inusualmente altas durante un período de tres días seguidos en un mismo lugar.
Los días calurosos sin noches calientes permiten cierta recuperación del calor de cada día, pero si la temperatura se mantiene alta durante la noche, el máximo se alcanzará antes al día siguiente y durará más. Cuando persisten temperaturas nocturnas y diurnas inusualmente altas, el estrés por calor se convierte en un factor crítico para la salud humana y para que nuestro organismo funcione correctamente.
En las olas de calor, las noches calurosas hacen que sea más difícil recuperarse del calor del día y esto genera más estrés en el cuerpo.
Las olas de calor se clasifican en 3 tipos:
- Baja intensidad: son más frecuentes durante el verano. La mayoría de las personas pueden hacer frente a estas olas de calor.
- Severas: son menos frecuentes y es probable que sean más desafiantes para las personas vulnerables, como los ancianos, particularmente aquellos con padecen alguna enfermedad.
- Extremas: son un problema para las personas que no toman precauciones para mantenerse frescas, incluso para las personas sanas. Aquellas que trabajan o hacen ejercicio al aire libre también corren un mayor riesgo de verse afectadas.
¿Cuándo será la próxima Canícula?
En México se pronostica que entre el 21 y 24 de junio y se caracterizará por experimentar temperaturas superiores a 37 grados centígrados. En Estados Unidos sucederá el domingo 3 de julio, ya que por cada país puede variar.
¿Cómo afecta a nuestra salud?
Una Canícula puede provocar desde calambres por la pérdida de sales, dolor de cabeza, nauseas, vómitos y sed intensa; hasta deshidratación y convulsiones.
¿Cómo protegerse del calor?
- No exponerse al sol entre las 12 del mediodía y las 6 de la tarde.
- Beber agua constantemente.
- Consumir más verduras y frutas.
- Reducir la actividad física al aire libre.
- Usar ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros. Usar sombrero o gorra, lentes solares y cremas con protección solar.
También lee: ¿Cómo se verá el 2060 si continuamos evitando un desastre climático?