Entre los más jóvenes existe la sensación de que no tiene sentido esperar a una fecha tradicional para empezar a mejorar su vida. ?
El 2022 ha llegado y con él un sinfín de propósitos. Sin embargo, desde millennials hasta la generación Z prefieren trabajar en sí mismos durante todo el año o en el momento en que se dan cuenta de que necesitan cambiar.
Al parecer, los jóvenes son realistas en cuanto a lo que les hace falta para lograr un cambio duradero. Si realmente quieren hacer las cosas de forma diferente piensan: ¿por qué esperar al 1 de enero?
De acuerdo con una encuesta realizada por el New York Times, la razón por la que muchas personas no logran sus propósitos de año nuevo es porque lo dejan para más tarde, y entre las nuevas generaciones esta forma de pensar es justamente la opuesta: hazlo ahora.
En esto han influido mucho las redes sociales y la sensación de que hay demasiadas cosas por ver y por hacer como para quedarse sin hacer nada.
Y aún entre quienes procrastinan, prefieren dejarlo para el día siguiente o para unos días después, pero no sienten la necesidad de ponerlo en sus propósitos de año nuevo para conseguirlo.
Propósitos de Año Nuevo, ¿funcionan?
De acuerdo con estudios conductuales, los propósitos de Año Nuevo suelen plantearse desde la impulsividad y el sentimiento de culpa. Si un año hemos gastado mucho, somos más propensos a que nuestro nuevo propósito sea ahorrar. Si hemos subido mucho de peso, tenderemos a proponernos iniciar una nueva rutina de ejercicio.
Y no es que esto esté mal: todo cambio puede traer algo bueno. El problema es que nuestros impulsos son eso, muy pasajeros y no perduran en el tiempo, por lo que es difícil sostener un cambio en el mediano y largo plazo.
La psicología conductual sugiere pensar de forma más estratégica qué es lo que queremos lograr. Es decir, pensar en el por qué y en el cómo vamos a lograr nuestros propósitos de año nuevo.
De hecho, deberíamos enfocarnos más en aquellas cosas que pueden representar un riesgo o un beneficio en el largo plazo. Es decir, pensar en temas de salud, en bienestar financiero y en inversiones.
Sin embargo, debemos enfocarnos en lograr pequeñas metas, cosas más asequibles en el corto plazo. No te plantees ahorrar para la vejez: plantéate ahorrar equis cantidad de dinero en un mes, y así consecutivamente.
De esta forma, te será más fácil tener avances y no te verás abrumado por tus propósitos de Año Nuevo.
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