A finales de 2019, la reina de Inglaterra pidió que no solo su armario, sino que su casa entera estuviera libre de pieles animales. ¡La más consciente!
Sí, desde 2019, el impresionante guardarropa de Isabel II (hasta ayer reina de Inglaterra), ha estado libre de pieles animales. Así lo hizo saber un portavoz del Palacio de Buckingham, quien explicó que a partir de noviembre 2019 la ropa de la reina solo ha tenido pieles de imitación.
La decisión de la reina (que ayer murió en su casa de descanso de Balmoral), simbolizó un gran cambio en las tradiciones de la realeza, y fue aplaudida por cientos de grupos activistas. Afortunadamente continuó con el ejemplo que grandes firmas de moda, tiendas departamentales e incluso estados como el de California han dado a la industria.
La reina de Inglaterra pidió ya no tener pieles de animales en su armario
Eso sí, según el representante del palacio, la reina de Inglaterra usó de vez en cuando algunas piezas con pieles que ya existían en su armario. “No estamos sugiriendo que todas las piezas con pieles fueron reemplazadas, o que la reina jamás volverá a usar pieles. Ella usó algunas veces los trajes que existen en su colección.”
Según activistas, el que una figura pública de tal relevancia haya tomado esta decisión es clave para la lucha por los derechos de los animales. Tradicionalmente, el uso de pieles era un símbolo de estatus y las apariciones de la realeza usando pieles lo constataban. Evidentemente, ya no es así. ¡Bravo!
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Un gran paso en la industria de la moda
Con más personas siguiendo el ejemplo de Isabel II, el futuro para los animales destinados a las granjas de piel se vislumbra cada vez más alentador. En el pasado, organizaciones como PETA, Anima Naturalis y Fur-Free Alliance, hicieron visibles los tratos crueles a los que zorros, conejos y visones, entre otros, eran sometidos en estos lugares.
En principio, los animales viven una vida de confinamiento en jaulas que difícilmente les permiten moverse; maltratos y mala alimentación resultan en numerosas enfermedades que no siguen ningún tratamiento. Algunos de ellos mantienen heridas infectadas causadas por las trampas que los llevaron hasta ahí. Finalmente, los animales son sacrificados con métodos crueles como la electrocución o el ahogamiento, lo que resulte más barato para la cruel empresa.
¿No te parece una gran decisión que la reina Isabel tomó durante su reinado?
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