Mérida tiene un gran acervo no solo cultural y gastronómico, también las prácticas sustentables han sido parte fundamental en el desarrollo de la ciudad.
Hace unos días, tuve el gusto, honor y privilegio de regresar a Yucatán. En este gran estado conté con un gran conocedor y yucateco adoptado que es mi hermano Luis, con casi una década de residir en Mérida y disfrutar del gran paraíso de la península de Yucatán.
Mérida: capital americana de la cultura
Mérida es considerada una de las ciudades más seguras y con crecimiento sostenible. Y es increíble volver y ver realmente un desarrollo sostenible de la ciudad con planeación estratégica en el crecimiento con movilidad de primera, energía renovable, sostenibilidad y muchos atributos más. Pero algo muy relevante también a recalcar es la seguridad en la región. No es casualidad que Mérida está en el benchmark como una de las ciudades más seguras en muchos rankings. Y no pude dejar de pensar en mi infancia en Ensenada, al ver niñas y niños saliendo de primarias caminando o en bicicletas con total libertad y tranquilidad. Es a lo que le puedo llamar calidad de vida total.
Fue un recorrido muy interesante de la región recorriendo zonas increíbles, como Chelem, Puerto Progreso, Río Lagartos Izamal o Valladolid. Y pueblos literalmente mágicos sin tener que estar etiquetados como, Motul, Tixkokob y Maní, con una riqueza de la cultura Maya de siglos, que desde las artesanías hasta la abundancia culinaria de la región como alimentos sostenibles basados en frutas, verduras, especies y los ingredientes propios del territorio, con su temporalidad que le suma a bajar la huella de carbono, de cada platillo con un porcentaje alto de los exquisitos ingredientes locales.
El agua: el recorrido de cenotes
Es otro de los tesoros de la zona que es rica en agua y experiencias de vivencias como en los pueblos de Homun y Cuzama, que son una aventura para recorrer, y convivir de la mano con la naturaleza, la fauna. Y sobre todo literalmente para desconectarme de la civilización en cenotes subterráneos, y algunos abiertos al aire libre como un cráter lunar siendo en los cenotes de Santa Bárbara.
Visitar la zona de arqueológica de Dzibilchaltún, otro tesoro no tan conocido en el resto del mundo. Y su significado viene de la palabra que está formada por cuatro vocablos mayas: Dzib, escritura; il, locativo; chal, plano; y tun, piedra; lo que puede traducirse como “lugar donde hay escritura en las piedras planas”.
El increíble templo de las Siete Muñecas en Dzibilchaltún es el monumento más significativo de este sitio y zona arqueológica Maya. El Templo y el nombre que lleva es debido a que tiene siete muñecas de arcilla colocadas en el piso del templo, que también es conocido como el Templo del sol, a raíz del fenómeno que sucede 2 veces por año, en los equinoccios de la primavera y otoño, cuando el sol naciente se puede visibilizar vía sus aberturas. El templo es el equivalente a rendir honores y reconocimiento al profundo conocimiento astronómico y matemático característico de los Mayas.
El templo es el punto central de la ciudad y conecta con otras estructuras impresionantes y el Cenote Xlakah, con una vista espectacular, por medio del Sacbé principal.
El henequén: oro verde de la región
La ciudad de Mérida y la zona tiene sus raíces en 1542, con una gran historia de riqueza, apalancado en el crecimiento de la industria de henequén, donde a mediados del siglo XIX, Mérida era uno de los centros productivos más importantes del henequén o el “oro verde”. El cual he tenido la oportunidad de ver de primera mano el proceso, donde de una planta del tipo de agave, resistente a la sequía, a plagas y enfermedades, de las cuales se extrae la fibra que se emplea en la industria textil internacional.
El oro verde le trajo mucha riqueza a la zona y grandes haciendas henequeneras que podemos todavía observar por todo Yucatán. Y a pesar de que en 1938 con la invención del nylon, la industria basada en el henequén empezó a quebrar y provocó una reconfiguración en actividades primarias de la zona, este boom económico sigue siendo otro de los tesoros e historia de la península.
Al pasar y enfocarnos en su patrimonio histórico tiene una gran riqueza producto de la mezcla por siglos de las culturas maya, española y africana en el periodo colonial y después siguió con la integración de las culturas francesa y libanesa. Así como aportaciones de la coreana, italiana y neerlandesa.
Rica en gastronomía
Todo esto también se fusiona en la gran variedad gastronómica del lugar. Por toda esta rica herencia fue la primera ciudad en ser nombrada Capital Americana de la Cultura y tiene el honor de ser la primera en recibir este gran reconocimiento y título en 2 ocasiones.
En tesoros verdes tiene la reserva ecológica Cuxtal que se localiza en el sur de la ciudad. Es un espacio verde designado por el municipio de Mérida y está integrado por 10,757 hectáreas, terreno designado desde 1993 como un área de preservación ecológica e histórica.
Como podrán darse cuenta no es casualidad que, con siglos de buenas acciones, planeación, adaptación, y con ciudadanos solidarios sostenibles es que se logra llegar a una ciudad como Mérida y debo aclarar que existen muchas áreas de oportunidad todavía por trabajar y cuidar. Así como es imposible tener desarrollo humano sin un impacto al medio ambiente, pero si tenemos un plan estratégico de desarrollo que genere valor económico, social y ambiental si será sostenible.
Los retos
El primer reto ahora será cuidar los tesoros que aquí mencioné. Y es trabajo de todos los sectores tener el medio ambiente en el centro y no perder esta brújula.
El segundo reto es cuidar de todas nuestras ciudades, integrando los mismos elementos: ciudadanos solidarios sostenibles, planes estratégicos de desarrollo con valor económico, social y ambiental. Empresas sostenibles e incluyentes que cuiden de todas las culturas, el planeta y sus habitantes.
Está en nuestras manos vivir en ciudades con crecimiento sostenible, ¡depende de nosotros!
Sobre el autor:
El Dr. Francisco Suárez Hernández es Director de Asuntos Corporativos de FEMSA Negocios Estratégicos y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center. Francisco es un apasionado de la sostenibilidad y fue el primer Latino en ser Presidente del Centro Mundial del Medio Ambiente 2015-2018 (WEC). En 2020, la junta directiva de WEC votó por unanimidad para elegirlo Director Emérito, en reconocimiento a sus muchos años de servicio dedicado. En el año 2020 fue reconocido como uno de los 100 Latinos más influyentes ante la crisis climática por la Organización Sachamama.
También te puede interesar: Estas son las 8 ciudades más inteligentes del mundo