El doctor Francisco Suárez Hernández reflexiona sobre el árbol Huanacaxtle y su relación con el desarrollo sostenible de Puerto Vallarta.
Sin duda alguna, dos de las especies que más contribuimos con el desarrollo sostenible de los ecosistemas somos los seres humanos y los árboles. Ambos somos cruciales para la creación de la vida de las especies. Por lo que nuestra relación con los mismos es indispensable para crear entornos sostenibles a largo plazo.
En este sentido, la cultura ambiental y el desarrollo urbano no deben estar peleados. En México tenemos la fortuna de contar con desarrolladores con mayor empatía con el medio ambiente, logrando una planeación urbana más equilibrada. Tal es el caso de Don Bernardo Applegate, quien es conocido en Puerto Vallarta como un forjador del puerto por haber desarrollado zonas como Conchas Chinas, con una gran visión social y ambiental para su época.
Junto con Teresa, su esposa, Don Bernardo Applegate fue de los primeros impulsores de Vallarta, lugar caracterizado por su ambiente de serenidad y naturaleza. Su padre fue un aventurero de Oregón que combatió en la guerra de Filipinas, a fines del siglo XIX; fue una persona que le dejo a su familia un gran legado de esfuerzo y trabajo de manera ardua. Sin embargo, lo que pocos saben es la importancia que él le daba a los árboles, construyendo con una filosofía de “Si quitas, das”. Esto lo llevó a sembrar cinco veces más árboles en la zona, y con ello logró plantar el Huanacaxtle, que hoy en día es el más grande de la zona de Vallarta.
A mayores árboles, mayor desarrollo sostenible
El Huanacaxtle, o también conocido como La Parota, es un árbol grande y llamativo que suele alcanzar de 20 a 30 metros de altura, aunque algunos han alcanzado hasta los 45 metros. Su tronco puede llegar a ser hasta de 4 metros de diámetro. Es un árbol originario de América tropical, que en México se desarrolla en las zonas costeras del país, estando ampliamente distribuido en la vertiente del Golfo desde el sur de Tamaulipas hasta la Península de Yucatán, y en la costa del Pacífico desde Sinaloa hasta Chiapas.
La Parota es utilizada con fines medicinales desde la época prehispánica”, como remedio para la bronquitis, y el resfriado en varias partes del país. Pero si de urbanidad hablamos, lo más relevante es que siempre cuente con una visión verde, regresando al ecosistema los árboles que se quitan apoyando así a una visión más integrada de las ciudades con el medio ambiente.
El legado de Don Bernardo se ha ido sembrando a través de su filosofía de vida en sus hijos; personalmente tengo el gusto de conocer y llamarlo mi buen amigo, así como vivir de primera mano la manera de trabajar de su hijo Moray, quien continua la visión sostenible del negocio, donde “El desarrollo no es malo, el desarrollo descontrolado sí”. Esto lo incluye en su sello de proyectos para cuidar el medio ambiente y dar mucho más a su comunidad; así, protege su entorno para desarrollar nuevas zonas urbanas de la mano con la naturaleza, y visión de largo plazo.
En México se encuentra todo para salir adelante
Tenemos muchas joyas naturales en México cuyo desarrollo es clave. La importancia de sembrar árboles es crucial para nuestra vida, al ser el motor de nuestro oxígeno. El 70% de la infraestructura verde debe ejecutarse en ciudades y nuevas áreas al 2030 para cumplir con la meta de no aumento de temperatura y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. América Latina es la región de mayor crecimiento urbano, y por lo mismo debemos replantear la mezcla de descarbonización (construcción, agua, movilidad, residuos y energía) con nuevos modelos de energía renovable incluso hasta nivel municipal, con el objetivo de coaccionar cambios con mayor impacto y volumen.
Asimismo, la concientización sobre la tala indebida de árboles y la siembra de nuevos en una proporción 5 a 1 debe ser un requisito indispensable para todas las desarrolladoras. Así como fomentar, premiar, y replicar más modelos de negocio que favorezcan la sustentabilidad a largo plazo de nuestras comunidades bajo esfuerzos multisectoriales.
Sobre el autor:
El Dr. Francisco Suárez Hernández es director General de AdeS para América Latina y Ex Presidente del Consejo del World Environment Center. Francisco es un apasionado de la sostenibilidad y fue el primer Latino en ser Presidente del Centro Mundial del Medio Ambiente 2015-2018 (WEC). En 2020, la junta directiva de WEC votó por unanimidad para elegirlo Director Emérito, en reconocimiento a sus muchos años de servicio dedicado. En el año 2020 fue reconocido como uno de los 100 Latinos más influyentes ante la crisis climática por la Organización Sachamama.
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