Aprende a escuchar tu cuerpo, analiza claramente lo que comes y con suerte podrás crear la dieta perfecta que necesitas.
Hasta hace pocos años se creía que las grasas eran las causantes de los problemas cardiacos y hoy se sabe que no es así.
La nutrición es una ciencia muy joven de la que cada día se aprende algo nuevo.
Gran confusión
Así es, aunque no lo creas hasta hace muy poco se pensaba que no debíamos comer la yema del huevo y hoy se sabe que es donde más nutrientes hay. Y que su consumo poco tiene que ver con niveles elevados de colesterol.
Mucha gente cree en la fórmula de: Menos comida y más ejercicio = pérdida de peso. Y ya se sabe que esa fórmula no funciona para el cuerpo humano.
Esta fórmula nace de las leyes de la física, pero esas leyes (de Newton, por cierto) son para un sistema cerrado en donde la energía que sale es independiente de la energía que entra. Como en un coche, que gasta los mismos litros de gasolina por kilómetro con tanque lleno o con tanque casi vacío.
En el cuerpo las calorías que se queman dependen de las calorías que se comen.
Si haces una dieta en la que comes menos calorías de las que necesitas, tu cuerpo se adapta y empieza a quemar menos calorías de las que quemaba antes de la dieta.
El cuerpo humano es un sistema abierto que no responde a las leyes de la física como lo hace una máquina.
Hay mucha información que nos ha confundido y no nos ha dado los resultados que buscamos. Lo cual nos ha llevado a la búsqueda de la dieta perfecta.
¿Cuál es la dieta perfecta?
Llevamos años buscando esa respuesta fuera de nosotros. En libros de dietas, en clínicas donde o nos recetan pastillas o nos mandan una dieta más, pero ahora en lugar de asteriscos es de macros o de licuados, es de spas con masajes dolorosos y hasta en hospitales con cirugías tan agresivas como la bariátrica y la liposucción.
Estas estrategias externas dan resultados temporales, sí, hasta con las cirugías hay muchas probabilidades de que recuperes el peso perdido.
La respuesta está dentro de nosotros
Y no te estoy hablando de nada esotérico, la respuesta está en las señales que manda tu cuerpo. Señales como la de hambre y saciedad, los antojos y otras más.
La dieta perfecta para ti es la que le hace bien a tu cuerpo, y la única forma de conocerla es experimentando contigo mismo y usando el sentido común.
Todos sabemos qué es lo que nos hace mal, evita:
- Alimentos procesados.
- Comida rápida o chatarra.
- Alimentos con azúcar añadida.
- Refrescos (sodas) y un largo etcétera.
Basa tu alimentación en plantas y en alimentos reales que le hablan a tu ADN.
Experimenta con tu cuerpo y escúchalo, cada vez que vayas a comer analiza cómo te sientes y analízate de nuevo al terminar de comer. Y también unas cuantas horas después.
Si los lácteos te inflaman, escucha a tu cuerpo y deja de comerlos por ahora. Si los granos o la carne roja te hacen sentir pesada, escucha a tu cuerpo y no los comas.
La dieta perfecta para ti va cambiando en cada etapa de tu vida. Lo que te hacía bien ayer tal vez no es lo que tu cuerpo necesita hoy. Aprende a escucharlo y tú diseña la dieta perfecta.
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