Si eres de los que compara los mensajes de voz vs. los mensajes de texto, un estudio parece tener al fin una respuesta sobre su eficacia.
En este mundo, hay dos tipos de personas: los que mandan mensajes de voz de 10 minutos y los que odian los mensajes de voz, así duren segundos. La ciencia ha encontrado nuevas evidencias en la guerra entre los mensajes de voz vs. los mensajes de texto.
La disyuntiva fue resuelta investigadores de la American Psychologycal Association, en una investigación titulada “¡Qué agradable sorpresa escucharlo! Malinterpretar el impacto de los medios de comunicación puede llevar a decisiones poco óptimas sobre cómo conectar con los demás”.
La investigación no es tan larga como el título, pero es muy reveladora. En un grupo de personas voluntarias se encontró que, siempre que había voz involucrada en la comunicación, se generaban emociones y reacciones más positivas. En cambio, medios en los que no había nada de voz (como mensajes de texto y correos electrónicos), el sentimiento casi siempre fue de indiferencia, frialdad e incluso incomodidad.
Dicho de otra forma: cuando comparamos mensajes de voz vs. mensajes de texto, parece ser que los mensajes de voz nos resultan más amenos, más amables y más humanos. La voz siempre creará lazos más fuertes entre las personas que se comunican entre sí, no importa si se trata de mensajes de WhatsApp o una videollamada.
Pero ojo, porque también encontraron que, cuando la calidad de la videollamada o del audio en sí no era buena, se producían efectos igual de negativos o incluso más intensos.
No hay nada dicho en la guerra entre mensajes de voz y mensajes de texto
Estamos en un momento histórico para la voz: podcasts, comandos de voz, asistentes de voz, mensajes de voz… De repente, la palabra escrita parece estar relegada en un segundo plano.
Pero, hablando específicamente de mensajes de voz vs. mensajes de texto tradicionales, la verdad es que podemos encontrar ventajas y desventajas en ambos lados.
Entre las ventajas de los mensajes de voz es que suelen ser más “seguros”. Y las comillas van muy en serio, porque nada en realmente seguro cuando hablamos del espacio cibernético. Pero, dentro de todo, siempre será más íntimo un mensaje de voz que nadie a tu alrededor puede leer.
La seguridad también viene cuando estamos manejando o maniobrando con algo. Los mensajes de voz son más ágiles y fáciles de enviar, en comparación con los mensajes de texto.
Para personas mayores o personas con dificultades para leer en pantallas muy reducidas, los mensajes de voz también se posicionan como los preferidos frente a los mensajes de texto.
En contraparte, hay personas que se sienten más seguras escribiendo que hablando, y para ellas los mensajes de texto nunca tendrán un sustituto. Las letras dan cierto anonimato y no exponen tanto nuestro verdadero estado de ánimo como sí lo puede delatar nuestra voz.
Aparte, hay quienes prefieren no escuchar audios. Sobre todo si están en medio de una conferencia o de una junta (cof, cof, aceptemos que todos revisamos el teléfono por debajo de la mesa en una reunión). Nada como un mensaje de texto discreto y silencioso para esos momentos.
Ahora que los científicos están poniendo más atención a la forma en la que nuestra comunicación se ve afectada por las nuevas tecnologías, es posible que pronto tengamos más material para tomar una mejor decisión: ¿qué funciona más: un mensaje de voz o un mensaje de texto?
Mientras tanto, parece que seguirá la guerra de bandos entre quienes adoran el chisme hablado y quienes lo prefieren con todo y signos de puntuación.
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