Un acuerdo prohíbe cazar el lobo ibérico en España. También se anuncia un plan para proteger a este mamífero y alcanzar 350 manadas en 2030
Así como lo lees: España ha prohibido la caza del lobo ibérico. Por fin, un acuerdo de la la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad ha incluido a esta animal en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) después de tres años.
En peligro de extinción
Mencionar que este animal icónico del país europeo estuvo en peligro de extinción en los años 70. Es por este motivo que muchas asociaciones civiles han pedido encarecidamente su protección.
Entre ellas está WWF España. Precisamente el coordinador de Conservación de esta ONG, Luis Suárez, declaró en su Twitter sobre este acuerdo que “es un día histórico para la conservación de nuestra fauna y en particular para el lobo ibérico, que dejará de ser especie cinegética (que se puede cazar) en toda España”.
La medida pondrá fin a la persecución que sufre, sobre todo en la zona del norte del río Duero. El anuncio del pacto está avalada por el comité científico del lobo ibérico, que resaltó la importancia de esta especie “como patrimonio cultural, científico, así como por los servicios ambientales” que proporciona en los ecosistemas naturales”.
Proyecto para su recuperación
La razón por la que no se llegaba a un acuerdo de protección del lobo ibérico tenía mucho que ver con las localidades rurales cercanas a su hábitat natural. Los ganaderos sufren muchas bajas de su ganado por los ataques de los lobos. Ahora, este pacto obliga a realizar un proyecto para su recuperación y prohíbe su caza en España.
“El lobo es una joya de nuestra fauna, un depredador que, además de regular eficazmente las poblaciones de ungulados silvestres y mesodepredadores, es capaz de autorregular sus propias poblaciones, incluso en los hábitats más degradados”, señalan desde WWF.
“Su control letal para evitar ataques al ganado es, por tanto, innecesario, ineficaz y contraproducente al desintegrar manadas bien estructuradas que se alimentaban, sobre todo, de medianos y grandes ungulados silvestres (mamíferos con extremidades terminadas en casco o pezuñas)”, argumentan los conservacionistas.
Propuesto por el Ministerio de la Transición Ecológica y apoyado por un comité científico, el plan de elevación de la protección del lobo es un paso decisivo frente a su caza, que aún tiene lugar en las comunidades autónomas que se sitúan al norte del río Duero, Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria.
350 manadas de lobo ibérico en 2030
El último censo de lobos realizado entre 2012 y 2014 estimó que existían 297 manadas. La mayor parte se ubica en Castilla y León, seguida por Galicia, Asturias y Cantabria. También hay algunos en el País Vasco, La Rioja y Castilla-La Mancha. Y muy pocos en se han expandido hacia el sur del país.
El Ministerio para la Transición Ecológica quiere instaurar una estrategia para su conservación. La idea es alcanzar las 350 manadas de lobo en España para el 2030, reducir su persecución ilegal y aumentar entre un 10% y un 20% el área de distribución actual para el año 2030. Para alcanzar estas metas, apuesta por corredores ecológicos para romper el efecto barrera entre los distintos núcleos de animales y promover bosques-isla en zonas agrícolas que les sirvan de áreas de refugio y reproducción.
Los organizaciones conservacionistas comprenden la preocupación de los ganaderos, que señalan el peligro de los lobos para sus rebaños. Lo que reclaman en este sentido son ayudas del gobierno para disponer de perros mastines, la instalación de cercados, más vigilancia y que el ganado no ande suelto en la noche. Aunque los ecologistas insisten en que la mayor amenaza para el ganado no son los lobos sino la instalación de granjas industriales intensivas.
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