Las lluvias interminables en la CDMX afectan la salud y el ánimo de los perros. Descubre consejos sencillos para proteger a tu peludo de la humedad, los parásitos y hasta el miedo a las tormentas.
En la Ciudad de México parece que las lluvias no tienen fin. Para los capitalinos es incómodo, pero para los perros puede convertirse en un verdadero reto. El exceso de humedad favorece resfriados, problemas en la piel y aumenta la presencia de pulgas y garrapatas. Además, los truenos y relámpagos generan miedo en muchos peludos, que pueden ponerse ansiosos o incluso destruir cosas dentro de casa. Te decimos cómo cuidarlo.
Cuidados básicos para protegerlo
Si tu perro necesita salir, lo mejor es ponerle un impermeable y elegir momentos de lluvia ligera. Al regresar, sécalo bien con una toalla, revisa sus patas y limpia con agua tibia para eliminar lodo o químicos del pavimento. Mantén hidratadas sus almohadillas para que no se agrieten. Dentro de casa, prepara un rincón seco y cálido, y si tu perro es friolento, ponle un suéter ligero. Ventila los espacios sin dejar corrientes directas, porque la humedad acumulada también puede enfermarlo.
Su salud emocional también importa
Los truenos y relámpagos suelen asustar a los perros. No lo regañes si ladra o se esconde; acompáñalo y dale calma. Puedes poner música relajante o encender la televisión para disimular los ruidos de la tormenta. Un juguete interactivo o un premio también ayudan a distraerlo. Si notas que la ansiedad es muy fuerte, consulta a tu veterinario: hay terapias y apoyos que pueden mejorar su bienestar.
Prevenir enfermedades en temporada de lluvias
La humedad es el ambiente perfecto para pulgas, garrapatas y bacterias. Mantén al día las desparasitaciones de tu perro y usa productos antipulgas recomendados por tu veterinario. Evita que beba agua de charcos, ya que puede contener bacterias peligrosas como la leptospira, causante de leptospirosis, una enfermedad grave que puede afectar incluso a los humanos.
Cuídalo sin exagerar
Aunque la lluvia en la CDMX parece no tener fin, cuidar a tu perro no tiene por qué ser complicado. Con ropa adecuada, secado constante, limpieza de patas, prevención de parásitos y apoyo emocional durante tormentas, tu peludo podrá pasar esta temporada protegido, cómodo y feliz. Porque un perro cuidado es un compañero más tranquilo… incluso bajo la tormenta.
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