¿Has escuchado hablar de la Ley del Esfuerzo Inverso? Se trata de una forma de alcanzar el equilibrio y la paz emocional. Mira por qué.
¿Te ha pasado que te esfuerzas demasiado en lograr algo y no lo consigues? Hay una teoría llamada Ley del Esfuerzo Inverso que sugiere hacer justo lo contrario para conseguirlo. Y, supuestamente, funciona para nuestra paz mental y emocional.
La llamada Ley del esfuerzo inverso sostiene que en algunas ocasiones, entre más queremos algo, más lo alejamos de nosotros. Por lo tanto, en ciertos casos lo mejor para atraer lo que deseamos es alejarse de esto.
Lo primero que uno piensa cuando escucha sobre la Ley del esfuerzo inverso es que va en contra de otra ley mucho más popular: la Ley de la atracción o el potencial de manifestar lo que buscas.
Hoy en día esto está particularmente de moda e incluso se ha vuelto una referencia con humor en redes sociales, llamándolo manifesting. Y se aprovecha para todo tipo de publicaciones, desde algunas de tono más serio hasta otras simplemente humorísticas.
Sin embargo, pese al dominio de la Ley de la atracción en la sociedad y su aceptación popular, otros pensadores como el escritor Aldous Huxley, autor de algunos libros que luego de ser prohibidos se convirtieron en obras de culto, defienden lo contrario mediante la Ley del esfuerzo inverso.
¿Qué es la Ley del esfuerzo inverso?
Según esta premisa, es frecuente que entre más perseguimos algo, más sentimos que se aleja de nosotros. En cambio, cuando lo dejamos en paz, se acerca.
Quizá la forma en que más hemos vivido este tipo de experiencias es cuando buscamos a una persona desesperadamente, pero cuando soltamos el apego, de manera natural se aproximan ellas a nosotros.
Otro ejemplo muy práctico y común es cuando intentamos acercarnos a un gato, y este se aleja cada vez que nosotros intentamos tocarlo. Luego, cuando dejamos de buscarlo, el mismo gato se acerca a nosotros por su propia voluntad.
Claro que no es fácil creer a ciegas en esta idea, luego de que las propuestas que promueven el esfuerzo para lograr las metas suelen ser mucho más frecuentes. Y, honestamente, también funcionan muy bien a su manera.
Se trata de entender en qué contextos es mejor actuar acercándonos y en cuáles lo ideal es tomar distancia.
Una vez aclarado que solo se trata de otra forma de lograr tus metas y que no está peleada con la idea de la atracción por esfuerzo, te contamos un poco más sobre qué podrías esperar de la Ley del esfuerzo inverso.
¿De qué manera funciona esta atracción?
En la Ley del esfuerzo inverso se busca atraer lo que queremos mediante el dejar de buscarlo desesperadamente. Sobre todo, se pretende que las personas adquieran suficiente inteligencia para distinguir cuando una meta requiere de bastante acción por parte de alguien y cuando, al contrario, es mejor si una persona toma distancia de ella para conseguir lo que busca.
Es decir, para aprender cuándo es mejor actuar y cuándo es mejor esperar, lo ideal es que las personas desarrollen su intuición y actúen conforme sea mejor en cada contexto.
Por ejemplo, es muy común que todos estemos buscando ser felices y que constantemente busquemos maneras de lograrlo.
Sin embargo, la felicidad llega cuando no la estás buscando, pues si pasas todo tu tiempo pensando en ser feliz, te desconectarás del presente y de su potencial para hacerte sentir pleno. Paradójicamente, para ser feliz a veces debemos soltar esa meta.
En otro sentido, cuando tenemos insomnio también podemos acercarnos a la Ley del esfuerzo inverso pues si despertamos por la madrugada y no podemos recuperar el sueño, lo peor que podemos hacer es frustrarnos y pensar constantemente en cómo dormir. Es mejor aceptar la presencia del insomnio y dejar que el cuerpo vaya relajándose poco a poco.
¿Por qué deberías practicar la Ley del Esfuerzo Inverso?
En la Ley del esfuerzo inverso también se promueve que las personas encuentren un balance entre el esfuerzo y el descanso, pues cuando nos centramos por completo en un trabajo, podemos agotarnos e incluso llegar al burnout, alejándonos de nuestra meta.
Por eso, lo recomendable es aprender a equilibrar los momentos de esfuerzo con los de descanso, en donde lo único que debemos hacer, es no hacer nada.
Estos son algunos ejemplos de casos en los cuales podemos ver con claridad que a veces es mejor alejarse de una meta para poder alcanzarla, y en eso consiste la curiosa, pero certera, Ley del esfuerzo inverso.
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