El Kung Fu es una “moda” que ha estado entre nosotros ya hace más de 30 años; y ahora se ha convertido en un deporte olímpico.
¿Quién no recuerda Kung Fu Panda? Nuestra infancia no hubiera sido la misma sin esa graciosa película donde veíamos la “soltura” y ternura de sus pandiprotagonistas (me acabo de inventar este neologismo). Pero ahí no paró la cosa, ¿cómo olvidar las memorables escenas de David Carradine en Kill Bill? Y de una década anterior, quedaron para siempre las impresionantes imágenes de Bruce Lee en acción. Todo eso fue el preludio de que naciera el interés popular y general de todo el mundo para conocer e interesarnos más sobre la práctica milenaria del Kung Fu. Ahora, esta disciplina se estrenará como deporte olímpico en una de sus especialidades (Wushu Kung Fu) en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Dakar 2022.
Hace muchos, pero muchos años nació el Kung Fu, que hoy es deporte olímpico
Según las escrituras –y no nos referimos a las de la Iglesia– fue Bodhidharma, el maestro budista iluminado, quien fundó estas artes marciales. Originario del Sur de China, creó un programa de ejercicios que eran eficaces para el fortalecimiento del cuerpo, y que con el tiempo podía ser utilizado prácticamente para la defensa propia. Su fin no fue nunca rijoso, pero si se valía utilizar lo aprendido para poner en su lugar a quien fuera necesario. Igual que todos los ejercicios de este tipo, su práctica ya era beneficiosa para el cuerpo de quien lo practica.
Vale la pena recalcar que el objetivo de Bodhidharma para enseñar el Kung Fu es que se debían utilizar para la autodefensa solamente, así que nunca se puede hacer daño o herir innecesariamente. Si lo practicas es por tu bien y hasta el de los demás.
Ya que tengo su atención…
El Kung Fu incorpora una serie de estilos de lucha que se han desarrollado a lo largo de muchos siglos en China (ya ven hay muchas cosas buenas por allá). Lo que nos emociona es que estos estilos se clasifican de acuerdo con rasgos comunes, como el ejercicio físico y los movimientos que implican mimetismo con la forma de algún animal. Sí, inspiración innata de la naturaleza. Métodos de entrenamiento inspirados en la filosofía china, leyendas y estilos que se centran en la manipulación de la energía o en la mejora muscular y la aptitud cardiovascular, o en ambos aspectos.
Su creador, el iluminado Bodhidharma, desarrolló un sistema de ejercicios (“wushu”) basados en 12 animales que son: dragón, tigre, grulla, cobra, leopardo, pantera, fénix, mantis, oso, águila, caballo y mono. ¿Cuál elegirían ustedes? Y no es test de Facebook.
Beneficios del Kung Fu:
- Desarrollo de seguridad y autoconfianza
- Control de emociones en situaciones de reto
- Mejoramiento de condición física
- Estimulación de los hemisferios cerebrales
- Equilibrio del cuerpo, mente y espíritu
- Fortaleza interior y física
- Desarrollo de paciencia en los procesos
- Mejor adaptación a los cambios
- Incremento de conciencia respiratoria y corporal
- Desarrollo de actitudes asertivas ante los desafíos
Patadas voladoras pero sin dañar a nadie
Como les decíamos, dejemos atrás las imágenes ochentenas de un Bruce Lee aguerrido y echando patadas por donde fuera y pensemos en el Kung Fu de manera más bonita. La practica de esta técnica milenaria requiere mucha pasión, concentración, disciplina y respeto por uno mismo y los otros. Fueros esos valores lo que le han puesto en la lista de nuevos deportes aprobados por el Comité Olímpico Internacional (COI) para que en un año se empiezan a ver en los Juegos Olímpicos de la Juventud.
Todo esto como dato extra, ya que además y principalmente, el Kung Fu trae múltiples beneficios en tu cuerpo; se trata de un deporte de resistencia y esfuerzo, equilibrio y concentración y mucha, pero mucha agilidad.
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