Bélgica, Suecia y Austria, fueron los primeros en salir de la lista países que usaban carbón; ahora otro que se suma es Portugal. ¡Bien!
Al cerrar su última planta de carbón, Portugal le pone fin al uso del material contaminante para la generación de electricidad. Y lo mejor: con este hecho, se ha convertido en el cuarto país de la Unión Europea en hacerlo.
El grupo ambientalista Zero anunció que la planta de Pego, en el centro de Portugal, era el segundo mayor emisor de dióxido de carbono del país.
Aunque la licencia para la central eléctrica está técnicamente vigente hasta fin de mes, su stock final de carbón se agotó. Fue así como Portugal aprovechó la ocasión para decirle adiós al uso de carbón.
La medida se produce nueve años antes del fin previsto de Portugal al uso de combustibles fósiles para 2030. Este proceso había comenzado en 2017, cuando el país firmó una declaración para salir de la lista de países que utilizaban carbón para generar electricidad. Justamente en la Conferencia medioambiental COP23.
Bélgica, Austria y Suecia son los otros tres países europeos que ya han dejado de emplear este material para la generación de energía.
Portugal apuesta por el uso de energías 100% renovables
Sin embargo, Portugal todavía depende en gran medida de los combustibles fósiles importados para satisfacer las necesidades energéticas generales. A pesar de que entre el 60 y el 70% de su electricidad proviene de fuentes renovables. ¡Esto definitivamente es un gran paso para proteger el medio ambiente!
No obstante, existe la preocupación de que la planta de Pego, administrada por el grupo privado Tejo Energía, reemplace el carbón con gas fósil o biomasa insostenible.
“Dejar el carbón para cambiar a otro combustible contaminante, claramente no es la respuesta”, dijo el presidente de Zero, Francisco Ferreira.
“En cambio, el enfoque debería estar dirigido en el aumento de la capacidad de energía renovable en cuanto a energía eólica y solar”, agregó.
Cabe destacar que la Unión Europea ya considera endurecer las reglas sobre si la energía de combustión de madera podría clasificarse como renovable. Todo esto con el fin de frenar el tan temido cambio climático. ¿Lo lograrán?
Mientras tanto, se agradece que Portugal se convierta en el cuarto país que dice adiós al uso de carbón.
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