Una comunidad en Seattle puso el ejemplo a nivel mundial de cómo ofrecer una vivienda digna a personas sin hogar. Te contamos la historia.
Desde hace algunos años, la tendencia de prestar los patios de las casas particulares para albergar a personas sin hogar ha ido creciendo. Desde Estados Unidos hasta Reino Unido, son más las personas que se suman a este acto de altruismo para ofrecer una vivienda digna a personas sin hogar.
La idea de este movimiento (si podemos llamarlo así) es que ofrezcas el patio de tu casa para construir una pequeña cabaña o al menos montar una tienda de campaña. Y que ahí pueda vivir una persona sin hogar.
Incluso hay organizaciones de la sociedad civil que ofrecen recursos económicos a quienes quieren prestar sus patios. Y así adaptar las instalaciones para prestar una opción de vivienda digna a personas que no tienen dónde vivir.
Según los registros de varios medios de comunicación, esta tendencia se originó hace cuatro años en Seattle, en Estados Unidos, con el movimiento The Block Project, donde al menos 12 vecinos se unieron para abrir sus traspatios a personas en situación de calle.
Uno de los vecinos que comenzó todo es Rex Hohlbein, un arquitecto que ya había creado anteriormente una organización sin fines de lucro llamada Facing Homelessness, en 2013. Esta organización tenía como propósito pensar en alternativas de vida para los más vulnerables.
Fue así como, con el apoyo de su hija, la arquitecta Jenn LaFreniere, idearon el concepto detrás de The Block Project. El primer paso fue sumar a más vecinos dispuestos a ceder espacio en sus hogares. Después, conseguir permisos de las autoridades para poder construir estas nuevas casas en los patios.
Gracias al apoyo mediático y al ruido en las redes sociales a favor de la iniciativa, The Block Project se convirtió en una realidad y en un ejemplo a seguir de Seattle para el mundo entero para ofrecer vivienda a personas sin hogar.
Así son estas viviendas para personas “sin hogar”
Estas pequeñas casas miden alrededor de 38 metros cuadrados, pero tienen un área de cocina, baño, un área para dormir e incluso un pequeño patio interno.
Las instalaciones están diseñadas según estrictos estándares de sostenibilidad del Living Building Challenge, con características como energía solar y captura y purificación de agua de lluvia.
El equipo de The Block Project también ayuda a que las personas sin hogar tengan mejores oportunidades de desarrollo. Por eso, les imparten desde capacitación laboral hasta lecciones para adoptar hábitos saludables.
Un punto fundamental es que la organización ayuda a sensibilizar a los demás vecinos de la importancia de ofrecer vivienda a personas sin hogar. Y a romper con prejuicios que suelen asociarse con suciedad o inseguridad.
Por medio de diferentes talleres y dinámicas, The Block Project ayuda a vincular a vecinos con las personas en necesidad de un hogar, y así construir relaciones de buenos vecinos.
Por supuesto, el programa no es adecuado para todas las personas sin hogar. Alguien con problemas graves de salud mental estaría mejor en otro entorno que ofrezca más servicios, por ejemplo.
Pero para otras personas sin hogar, es una forma de tener una vivienda estable y conectarse con vecinos en un área donde de otra manera no habrían podido vivir.
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