No todo fueron malas noticias sobre la pandemia, además de haber limpiado cientos de paisajes naturales, le ha dado enormes beneficios al medio ambiente.
El estado de confinamiento en el que ha vivido gran parte de los países en todo el mundo, junto con la paralización de la actividad en algunos sectores altamente contaminantes, ha dejado imágenes hermosas del medio ambiente desde que comenzó la pandemia de Covid-19, hace poco más de un año.
No todo ha sido desgracia
Por ejemplo, todos nos enteramos de la noticia de que se podían ver aves marinas nadando sobre los cristalinos canales de Venecia.
En otro lado del globo terráqueo se podía ver el Himalaya desde la India por primera vez en 30 años. O los cielos de Madrid y Barcelona, se encontraron más limpios que nunca.
¿Alguien recuerda cuando animales salvajes se aventuraron a invadir los solitarios espacios urbanos? Imágenes y videos dieron la vuelta al mundo a través de las redes sociales.
Pero lo mejor de todo es que el medio ambiente tuvo un verdadero respiro a unos meses de la pandemia. De acuerdo con cifras de la ONU, se registraron los niveles de contaminación más bajos de los últimos 30 años.
Para diciembre de 2020 se redujo 5% la producción de gases de efecto invernadero.
Se produjo una disminución en las emisiones de CO2 de al menos 25% debido a la reducción en el consumo de combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón, entre otros. Esta cifra representa, a nivel global, una reducción de 6% aproximadamente.
China emitió 150 millones de toneladas métricas (mtm) de CO2 menos que durante el mismo periodo del 2020. El equivalente a todo el dióxido de carbono que una ciudad como Nueva York emite durante un año. Esto se debe a que durante la pandemia, las industrias estaban operando a niveles mucho más bajos de lo normal, y se tradujo en un beneficio al medio ambiente.
Imágenes de satélite también muestran que en Italia hay una disminución significativa de concentración de contaminantes, como el dióxido de nitrógeno (NO2).
¿Qué vendrá después de la pandemia?
La mayor parte de los analistas temen que cuando las cosas vuelvan gradualmente a la normalidad se imponga en todo el mundo la “visión miope” de redoblar el crecimiento “a toda costa”. O a costa de la degradación del medio ambiente a causa de la pandemia.
Organizaciones ecologistas en todo el mundo piensan que esta nueva realidad es una “farsa”, ya que las actividades humanas se han visto obligadas a detenerse, pero en realidad esta no es una respuesta duradera al desafío global.
Se teme que las medidas que se adoptarán posteriormente para estimular la economía aumentarán las emisiones contaminantes por encima de los promedios históricos para conseguir la recuperación financiera.
Pero para ello, países como China, Francia, Estados Unidos y Reino Unido, están tomando precauciones globales para evitar una catástrofe medioambiental. Y así seguir cumpliendo con las metas que se tienen planeadas para 2030.
Y si todos ponemos un poquito de nuestra parte, lo vamos a lograr.
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