En el Día Mundial de la Visibilidad Trans, aprovechamos para hablar de los mitos y realidades sobre las personas trans y crear una sociedad más tolerante.
De las letras que conforman la comunidad LGBT+, las poblaciones transgénero y transexual son las más violentadas en México. Para combatirlo, es momento de informarnos sobre los mitos y realidades sobre las personas trans.
Primero, debemos saber que siete de cada 10 personas trans en México sufren discriminación, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
El lugar donde más sufren discriminación es el hogar, seguido del espacio laboral. Es por eso que sólo 11% de las personas trans logran estudiar una carrera universitaria. El 89% de ellas no pudo hacerlo porque tuvo que salir de sus casas desde a adolescencia o por falta de apoyo familiar.
Este Día Mundial de la Visibilidad Trans, debemos reflexionar sobre nuestro rol en la inclusión de las personas transgénero y transexuales. Por eso preparamos esta guía para combatir la desinformación que suele haber sobre este tema.
Principales mitos y realidades sobre las identidades trans
1. ¿Es lo mismo ser transgénero que transexual?
No. Una persona transgénero es aquella cuya identidad de género no corresponde con el sexo biológico que le asignaron al nacer. Biológicamente sólo se reconocen los sexos macho, hembra e intersexual.
De acuerdo con la Fundación Cuenta Conmigo A.C., una persona transgénero pudo haber nacido como hombre pero identificarse como mujer, o bien, nacer en un cuerpo de hembra pero identificarse como hombre.
En cambio, una persona transexual es aquella persona transgénero que ha decidido, por voluntad propia, iniciar un proceso quirúrgico de confirmación de género.
La identidad de género va más allá de los genitales de una persona y mucho más allá del maquillaje o de la vestimenta. Seguir pensando que una persona trans sólo se le reconoce como tal si se somete a procesos quirúrgicos y/o hormonales es un pensamiento muy limitado.
2. Las personas trans tienen una enfermedad mental
Falso. En 2018, la Organización Mundial de la Salud retiró la transexualidad de la lista de enfermedades mentales, ya que no hay ninguna evidencia de que ser transexual sea una enfermedad, ni un trastorno.
Crecimos con la idea de que las personas trans están “atrapadas” en el cuerpo equivocado, y eso puede fomentar la creencia de que una persona trans tiene algún tipo de trastorno de identidad, y no hay evidencia científica de que esto sea real.
Y aquí mucha gente se pregunta: ¿entonces qué es una persona trans? La respuesta es muy sencilla: es una persona como cualquier otra, que simplemente se identifica con el género opuesto al de su cuerpo.
El diálogo sobre las personas trans es cada vez más abierto
3. ¿Hay una edad a la que una persona se descubra trans?
Se ha encontrado que todas las personas comenzamos a formar nuestra identidad de género alrededor de los tres años de edad. El tema es que, a esa edad, no sabemos mucho sobre identidades de género, a menos que nuestros padres tengan este diálogo abierto con nosotros.
Por eso, muchas personas crecen sintiéndose incómodas e inseguras porque, al mirarse al espejo, saben que hay algo que no cuadra entre lo que ven y lo que sienten. Sólo con acceso a información es que, hoy, las personas trans están pudiendo encontrar una respuesta desde edades cada vez más tempranas.
4. Las personas trans están confundidas y pueden confundir a los niños
Falso. Ser trans es una identidad de género, y las identidades de género no se pueden cambiar, literalmente forman parte del núcleo de quiénes somos. No es algo que se elija ni es algo que se aprenda.
Es cierto que, a lo largo de su vida, una persona trans puede tener dudas sobre si es o no trans, y es muy válido. Es un proceso de autoaceptación y de luchar contra el miedo al rechazo y contra toda la ignorancia de la sociedad.
5. ¿Hay gente que se hace pasar como trans para acosar o violar?
Este es uno de los discursos transfóbicos más comunes hoy en día. Es posible que haya algunos casos aislados de personas (casi siempre hombres) que han argumentado que son personas trans cuando se les descubre acosando a mujeres. Por ejemplo, dentro de un baño.
Insistimos: son casos aislados y que deben manejarse como lo que son: casos de acoso. Pero no es justo que, por esos casos, desacreditemos a toda la población trans y que echemos abajo los derechos de inclusión que, a base de años de lucha, han ido ganando.
Negarle el uso del baño a una persona trans sólo por su aspecto físico o por temor a que ésta tenga “malas intenciones” se llama transfobia. Sólo recuerda, entonces, que es la misma lógica detrás del racismo, cuando pensamos que una persona negra es mala o puede asaltarnos sólo por su color de piel.
Visibilizar los derechos de las personas trans
El tema es muy amplio y puede llevarse a discusiones mucho más profundas. Asimismo, no pretendemos que nadie aquí se vuelva experta o experto en el tema, sólo queremos hacer de este mundo uno más incluyente y con menos desinformación.
Y definitivamente hablar de los mitos y realidades de las personas trans es un comienzo para abrir el diálogo.
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