Sprout World es la única empresa del mundo que convierte tus lápices en plantas. Tiene una cápsula con semillas que permite sembrarlo.
Los lápices ecológicos de Sprout World sustituyen la goma de borrar por una cápsula que contiene semillas. Cuando se gasta, el lápiz se planta y en una semanas brota tomillo o girasoles.
Michael Stausholm es el fundador de Sprout World. La idea no la tuvo él, pero sí se enamoró de ella. La tuvieron unos estudiantes de la Universidad de Massachussets, en Boston. Se trataba de un proyecto sobre cómo imaginaban la oficina del futuro.
Stausholm compró la patente y montó la compañía en 2013. Y el negocio ha sido un gran éxito. Así devuelven a la naturaleza parte de los 14,000 millones de lápices que se producen en todo el mundo.
Además, los lápices son 100% ecológicos, hechos con madera certificada que garantiza que vienen de bosques sostenibles, donde se planta un árbol por cada uno que se tala.
De útiles lápices a plantas
La intención ahora es que cuando tus lápices sean tan pequeños que no puedas usarlos, le des una nueva vida y los conviertas en una planta. Nada más tienes que ponerlos en la tierra y en pocas semanas nacerá. En las cápsulas colocan semillas de albahaca, tomillo, salvia, tomate cherry, girasol, ‘no-me-olvides’, clavel, margarita, chía, tomillo, cilantro o abeto.
Actualmente fabrican alrededor de cinco millones de lápices ecológicos anuales. Y desde 2013 han vendido unos 30 millones en más de 80 países. Lo puedes adquirir a través de su página web Sprout World o en Amazon. Además de ser sostenibles, también se pueden personalizar con mensajes.
Se han convertido en regalo de empresa original. Y muchos lo utilizan como tarjeta de presentación.
“Queremos inspirar a que la gente haga pequeños pasos en el día a día para vivir una vida más ecológica y sostenible“, explica Stine Cristina Mynster, directora de Comunicación y Relaciones Públicas al periódico El Mundo.
“Tratamos de que el consumidor le dé una nueva vida cuando ya acabe su primera función. De esta forma se convierte en un símbolo de la sostenibilidad. Y te hace pensar: ¿si puedo plantar lápices ecológicos después de usarlos, qué más puedo hacer por el medioambiente?“, asegura.
Delineador en una maceta
La última innovación es la de un eyeliner plantable. El primer delineador para ojos del mundo que se puede sembrar. Asimismo, en este producto las semillas se transforman en flores salvajes.
No cabe duda. La creatividad no tiene límites y cuando se trata de proteger al ambiente estas ideas se llenan aún más de valor.
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