Hojas que se caen de los árboles se reutilizan para hacer papel o bolsas biodegradables

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Hojas que se caen de los árboles se reutilizan para hacer papel o bolsas biodegradables

La creatividad no tiene límites, prueba de ello es un estudiante ucraniano que pudo darle una segunda vida a las hojas que caen de los árboles.

La naturaleza nos dice que las hojas de los árboles se caen cuando dejan de ser útiles, pero hoy en día la ciencia ha logrado darles una nueva vida, tal como lo hizo un estudiante ucraniano llamado Valentyn Frechka.

Él realizó un proyecto científico con el que convierte las hojas caídas en papel y bolsas de cartón biodegradables.

Hojas que se caen de los árboles se reutilizan para hacer papel o bolsas biodegradables - ukra3

A esta idea la denominó “Re-leaf Paper”, con la cual pudo crear una empresa sustentable que montó a 140 km al oeste de Kiev, en Ucrania.

Combatir la deforestación: el principal objetivo de este proyecto con hojas de árboles

Con esta iniciativa, Valentyn busca terminar con la tala de árboles para la fabricación de papel común y así reducir el efecto negativo que esto tiene para el planeta. Además de darle una segunda vida a estas hojas de árboles que generalmente terminan en la basura.

El ucraniano desea que más compañías se sumen a esta nueva metodología ecológica de hacer papel y bolsas de cartón, a base de hojas caídas de los árboles.

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Otro ejemplo de la reutilización de dichas hojas caídas de árboles, son las vajillas realizadas por la empresa alemana Leaf Republic.

Sus platos biodegradables están fabricados con dos capas de hojas de árboles, cosidas con fibra de palmera, separadas por una cubierta de papel impermeable. Una vez usados, se pueden emplear como composta.

Por su parte, un grupo de investigadores de la Universidad de Naresuan, en Tailandia, desarrollaron un proyecto similar de platos hechos de hojas de árboles. Estos sustituyen la espuma de poliestireno, pero tienen la misma resistencia y calidad.

Estas alternativas ecológicas, en definitiva, contribuyen al cuidado ambiental, ya que tanto el papel como el unicel o el plástico, son materiales que tardan cientos de años en degradarse. Impresionante, ¿no crees?

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